El día miércoles 3 de mayo, a una plana completa y con un título por demás escandaloso, Diario Cambio publicó una cómica investigación sobre “el negocio redondo” que, según ellos, representa para Antorcha el servicio de grúas en la capital de Puebla. Así, entre los datos que ofrece la Secretaría de Seguridad y Tránsito Municipal y las sumas, restas, multiplicaciones y conjeturas estilo Sherlock Holmes que hizo el regidor Iván Galindo Castillejos, el diario llega a la conclusión de que nuestra organización se ha embolsado la nada despreciable cantidad de 16.7 millones de pesos en el presente trienio panista. Muy bien. Revisemos a detalle la investigación.

“Antorcha Campesina se lleva 16 millones en el trienio por grúas (sic)”, titula su nota el reportero Manuel Flores Jiménez. En su interior, el reportero sostiene que “del inicio de la administración al corte del mes de abril del 2016, la recaudación por el concepto de arrastre a automóviles es de 20.9 millones de pesos, de los cuales aproximadamente el 80 por ciento; es decir, 16.7 millones han sido para la organización referida (¡sic!)”. En primer lugar, causa verdadera sorpresa advertir que el reportero Manuel Jiménez haya inventado los “trienios” de dos años. Los mayas y otras civilizaciones inventaron el cero, Lobachevski la geometría no euclidiana, Newton y Lebniz el cálculo y el periodista poblano de Diario Cambio Manuel Jiménez los trienios de dos años. ¡Eureka!, debió gritar el reportero en un momento de euforia. Y así, entusiasmado por su descubrimiento, no se dio cuenta que “del inicio de la administración (en febrero de 2014) al mes de abril de 2016” sólo han pasado dos años y dos meses. ¡Un alumno de primaria lo habría advertido al instante! Lapsus brutus.

No importa, el reportero pasa de largo por el error y cita las cuentas de otro genio del cálculo llamado Iván Galindo, según las cuales “de las unidades que actualmente prestan el servicio al municipio entre un 70 y 80 por ciento pertenecen a Antorcha Campesina”. ¿De dónde saca Galindo Castillejos que las grúas afiliadas a nuestra organización representan ese porcentaje del servicio? No lo dice. Y no lo dice porque no lo sabe, porque lo supone; pero, elemental mi querido Watson, supone mal. Y esta imprecisión les cuesta un error descomunal: absolutamente toda la cuenta de los millones que según ellos se embolsa Antorcha está hecha con base en datos que no se sostienen, por más que los sumen, resten, multipliquen o los revuelquen.

De acuerdo con cifras de los propietarios de las grúas, las empresas DOAMA y DEA concentran, cada una, 35 grúas, más cinco que el ayuntamiento reconoce como suyas, suman un total de 75 grúas no antorchistas; de donde se desprende que no es el 80 por ciento, sino un porcentaje mucho menor las que pertenecen a personas organizadas en Antorcha.

Por eso, más adelante, es el propio Iván Galindo quien se encarga de echar por tierra sus propias conclusiones. Veamos a nuestro aprendiz de aritmética desplegando sus orejas de burro en toda su longitud. Dice Iván Galindo: “Si multiplicamos estas cifras (la cantidad de arrastres en los dos años y dos meses) por lo que estipula la ley de ingresos (el cobro por arrastre)” llegamos a la conclusión de que “no tenemos manera de precisar”, de que “es impreciso saber cuánto (dinero) se le quedó a ellos (Antorcha Campesina)”. ¡Muy bien, señores matemáticos! ¿No que eran 16.7 millones de pesos? ¿Ya no les salen las cuentas? No. Ya no les salen. Así que todo el ataque de Iván Galindo y el reporterillo se cae con las propias “multiplicaciones” y “reflexiones” de nuestro regidor.

Pero muy seguro de sí mismo, ah, porque él cree que no sólo es alumno de altos vuelos en suma y multiplicación, sino también en economía, el regidor Iván Galindo Castillejos concluye: “Lo que sí sabemos (¿seguro, señor regidor?) es que ni un peso se quedó en las arcas municipales”. ¡Para Ripley! “Lo que sí sabemos…”, dice el mediocre Iván Galindo, confesando paladinamente y sin querer que no sabe si Antorcha se quedó o no con los famosos 16.7 millones de pesos, es que nada de ese dinero se quedó en las arcas municipales. Lapsus brutus, again!

Cualquier contador de medio pelo sabe que todas las empresas privadas, grandes o chiquitas, deben pagar por ley impuestos al gobierno. ¿De dónde deduce, entonces, nuestro regidor que “ni un peso se quedó en las arcas municipales”? Que no se le queden directamente a la presidencia municipal de Puebla es otra cosa, pero eso ya no es problema de las empresas, sino del gobierno federal que es quien reparte. O sea que de impuestos y gobierno tampoco están muy seguros los conocimientos del regidor, o de plano no sabe absolutamente nada. Iván Galindo Castillejos anda descubriendo el agua tibia, y se apasiona y alegra como el burro que tocó la flauta. Para morirse de risa. ¡Peor, imposible!

Pero la verdad es que “el negocio” de Antorcha Campesina que el regidor Iván Galindo cree descubrir no es tal, por la sencilla razón de que las grúas no son propiedad de nuestra organización, sino de particulares. En efecto, 50 capitalinos con sus respectivas grúas se organizaron legalmente con Antorcha para la defensa de sus intereses, pero eso no quiere decir que las grúas pasen, por ese motivo, a ser usufructuadas por la organización ni mucho menos. Antorcha no tiene ni una sola grúa. Lo que quiere decir es que existe un sistema de arrastres de acuerdo con el cual nadie se queda sin trabajo durante la semana. Así que los supuestos 16.7 millones de pesos que anda peleando Iván Galindo, ¡otra vez!, como el perro al hueso, no se los queda Antorcha, sino cada uno de los trabajadores, suponiendo sin conceder que en realidad esa cifra fuera verdadera. Pero veamos, una vez más, cómo sus propios datos palidecen ante la realidad.

Usando el reporte ofrecido, según la nota, por la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, resulta que cada uno de los gruyeros antorchistas se gana al mes 6 mil 430 pesos, una suma muy inferior a la que seguramente se embolsó el regidor por armar una campaña de basura mediática. ¿No me creen? Revisen los datos de nuevo y hagan sus cuentas. Ah, pero a ese dinero hay que descontarle impuestos, gasolina, costos de mantenimiento y, otros gastos; de donde se deduce con mucha facilidad que los gruyeros en realidad van ganando al mes apenas lo necesario para medio alimentar a sus familias. Así que a quienes realmente les está peleando el dinero Iván Galindo no es a una organización dueña de grúas, sino a 50 familias que con lo que ganan apenas les alcanza para vivir. No se trata, entonces, del “gran negocio” que cree ver Iván Galindo. Claro, siempre y cuando nuestro perfumado regidor no crea, como dijo el tristemente célebre Ernesto Cordero, que “con ingresos de 6 mil pesos al mes hay familias mexicanas que tienen el crédito para una vivienda, que tienen el crédito para un coche, que se dan el tiempo de mandar a sus hijos a una escuela privada y están pagando las colegiaturas”. Aunque por la ferocidad de la campaña desplegada contra los choferes de grúas antorchistas, parece que estamos ante un Cordero más.

Pero, estando así las cosas: ¿usted, señor regidor, que todos los días se viste, perfuma y come, gracias a nuestros impuestos, estaría de acuerdo en reunirse con esas 50 familias y explicarles por qué les quiere quitar el sustento mensual? ¿Les explicaría por qué dice usted que son un monopolio abusivo? Porque, en efecto, una cosas es echar bravata ante los micrófonos y las cámaras de la prensa y darse sus aires de retador en los bien pulidos pasillos del palacio municipal, y otra muy distinta es ir a las colonias a enfrentar a los ciudadanos que serán afectados con las sabias decisiones y regulaciones que andan proponiendo. Esperamos con gusto su solicitud de reunión; le garantizamos respeto absoluto.

Finalmente. ¿Por qué el ataque fanático contra los gruyeros integrantes del Movimiento Antorchista? ¿De dónde le salen las ínfulas al regidor para golpear a humildes gruyeros que con trabajo se ganan el pan de cada día para llevar a sus familias? ¿No será acaso que el regidor anda vendiendo sus servicios “para regular” las grúas a alguna empresa que saldrá beneficiada con todo el argüende que arma? No vaya a ser que al rato Puebla se entere que el regidor Iván Galindo Castillejos -como la diputada de Morena Eva Cadena– anda prostituyendo su cargo. Los antorchistas tenemos información que, en caso de probarse, daremos a conocer a las instancias judiciales necesarias para que inicien una investigación por ejercicio indebido del cargo público: reuniones oscuras, intentos de cobro para impulsar “regulaciones” y testigos presenciales de los hechos. Bueno, pero como no deseo adelantar conjeturas y pasar las de Iván Galindo, mejor ahí la dejamos. Y que el tiempo hable por sí mismo.

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