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La campaña de Alfredo del Mazo suena a cantidad más que a claridad, suena a mucho, a dar, a derroche, a seguir gastando. Una pregunta que le hizo el periodista de Reforma, René Delgado, fue: ¿Por qué ser neoliberal frente a los ricos y populista frente al pueblo?

En efecto, fuera de las propuestas de impacto institucional, la estrategia priista se centra en seguir ofreciendo los programas sociales con los que cuenta Edomex y, sobre todo, gastar más en cámaras y en focos para la inseguridad; además de otorgar un salario rosa para las amas de casa. Si esto no es calificado de populista es porque quien lo ofrece es el PRI y no López Obrador, o algún otro loco comunista.

Pero, ¿por qué sigue funcionando esta forma de “hacer política” en el Estado de México? ¿Por qué dar despensas y tarjetas con dinero sigue siendo una buena apuesta de los estrategas del partido que ha gobernado así cerca de 90 años? ¿Cuándo va a superar el Estado de México el siglo de las despensas?

El argumento del Revolucionario Institucional para insistir en llevar a cabo este tipo de programas e, incluso, engrosarlos e implementar otros más, es que los ciudadanos los deben recibir por ley, y porque es su derecho. Esto es así por una simple y sencilla razón: los necesitan porque son pobres, porque tienen hambre.

La pobreza y la vulnerabilidad son la razón por la cual el PRI debe seguir en el poder. Lo innegable del hambre que padecen los mexiquenses se vuelve un ardid infalible para darles la razón: los programas sociales de ese tipo son totalmente necesarios porque hay un problema mayúsculo con los pobres, no los podemos dejar solos.

Pero lo que tampoco se puede negar, aunque esto no lo dicen, es que los noventa años del PRI han servido para que en el Edomex uno de cada dos ciudadanos viva en la pobreza. Pero no por ello dejan de “representar a los pobres”. La Cruzada contra el hambre es eso, el acto pretendidamente jesuita de darle de comer al hambriento.

Sin embargo, descubrimos que en el populismo del PRI y en su versión del Libro de los Muertos están escondidas algunas palabras:

1. Di de comer al hambriento de licitaciones

2. Di de beber al sediento de petróleo

3. Di vestido al desnudo y lo cobijé bajo la ley de reserva de la información

4. Di una barca al peregrino para que escapara de la justicia

Octavio Torres (@dylanyala)

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