La situación de agresiones a periodistas en Puebla y el país es “terrible”, con lo que se demuestra que el “hampa narcopolítica” está tratando de silenciar a la prensa que la denuncia, por lo que hay que dar batalla y que la sociedad “eleve” su protesta.
Así lo señaló el escritor Enrique Serna, quien a su vez lamentó que periódicos como Norte de Ciudad Juárez hayan cerrado recientemente por la inseguridad que ha permeado Chihuahua.
“Se están cerrando algunos periódicos combativos que dejan a la sociedad desinformada y, ante esto, hay que dar una batalla; la sociedad tiene que ser más activa para elevar su protesta y, darle condiciones de seguridad a periodistas”.
Y es que el reportero poblano, Gerardo Ruíz Herrera, acusó hostigamiento por parte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado.
En otro tema, el también ensayista opinó que hay personas que van de un partido a otro porque lo único que les interesa es el poder y, en este contexto, consideró que se debe reducir el presupuesto de partidos políticos porque hay un “derroche insultante” para la mayoría de la población que vive en condiciones precarias.
“Ese dinero tendría que ser invertido en obras de beneficio social”, aseveró.
Pide a periodistas hacer mejor uso del lenguaje
Además, el autor de “Señorita México” pidió a quienes se desempeñan en los medios de comunicación conocer mejor los clásicos de la literatura y, que no haya esta “tremenda explotación” ya que los reporteros se ven obligados a escribir tres o cuatro notas al día, lo que no permite trabajar mejor el estilo ni tener un buen uso del lenguaje.
Enrique Serna fue entrevistado luego del encuentro Amores de segunda mano –que hace alusión a su obra escrita en 1991– que reunió a alumnos de preparatoria de la Ibero de Puebla y Tlaxcala.
Durante el evento, el escritor habló de la literatura y de las diferentes interpretaciones que puede tener según el lector.
Abordó también de cómo un escritor crea un texto: “El lenguaje corrige al pensamiento y cuando uno cree tener buenas ideas, esas no existen hasta que ya se plasman en escritura, es un proceso de aprendizaje y afinación, cuando uno va leyendo”.
Por último, subrayó que los libros no sólo se leen, sino que “se viven”.
