Noticia que aparece en las portadas de los periódicos del mundo, “el jersey perdido durante la celebración del Superbowl de este año, aparece en México.” Estaba en posesión de un personaje del periodismo mexicano. ¿En verdad es posible? Me quede con el ojo cuadrado, después de meses de indignarnos con el presidente de estados unidos por decir que los mexicanos éramos unos rateros, y que solo íbamos a su país a saquear su riqueza, surge este escándalo. No quiero decir que Trump tenía razón, pero en verdad no puede ser.
Creo firmemente que estos actos inoportunos, ponen en evidencia muchas carencias que existen al interior del país. Inexistente respeto por las reglas, delincuencia organizada y un cinismo descarado. Lamentablemente este tipo de actos suceden día con día en nuestra vida común, en mayor o menor escala nuestra sociedad no está acostumbrada a respetar reglas.
Es probable que podamos ser víctimas de robos, secuestro o extorsión, y lo más seguro es que el delito quede impune. El escenario desfavorable que este periodista fue a exponer a nivel internacional no es un tema desconocido por nadie; el gobierno mexicano trata de dar respuesta a estos problemas, por lo que impulsa 13 reformas estructurales con el fin de fortalecer las debilidades que aquejan al país, y lograr una transformación positiva en la vida de los mexicanos.
En el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se ha puesto mucho énfasis en mejorar el sistema de educación, porque consideran que es una de las piedras angulares para el desarrollo del país y el cambio de rumbo en el futuro de México. Por ello se implementó el sistema de evaluación docente, con la idea de tener a los mejores y más capacitados maestros, lo que en mi opinión se requiere más que un sistema de evaluación cuantitativo, para lograr la meta de tener a los mejores maestros en las aulas.
Sí bien evaluar al personal es un requisito indispensable para que una organización avance en su desarrollo, es más importante capacitar al recurso humano de la institución. Se necesita formar a las personas, capacitar y darle herramientas para desempeñar mejor su trabajo. Este proceso formativo lleva tiempo, requiere compromiso y además exige recursos financieros. Para este año 2017 el presupuesto de egresos de la federación el gasto en educación disminuyó en 6.2 por ciento con respecto al 2016, con estos datos será difícil que en el año presenta se siga capacitando al personal con la misma o mejor calidad que el año anterior.
No es un secreto que la clave para el crecimiento y desarrollo de un país es la educación, y no solo la educación profesional, sino la básica y formativa. Porque es fácil deducir que si no tienes jóvenes con cimientos educativos fuertes será muy difícil que logren terminar una carrera universitaria o técnica. Si bien en la ley se establece que el gobierno está obligado a ofrecer los niveles básicos y medios de educación, nosotros como personas libres estamos en la posibilidad de elegir si tomamos la opción de la educación gratuita o no.
Los padres, jefes de familia, mamá y papá buscan ofrecer en la mayoría de las ocasiones las mejores condiciones para sus hijos. Pero la realidad es que la educación privada es una inversión difícil de sostener, son muchos años de estudio. Tres años de preescolar, seis años de primaria, tres de secundaria, tres de bachillerato y de tres a cinco años de educación superior. En total son casi 20 años de pagar colegiatura, físicamente en la realidad en la que vivimos es difícil pensar que durante ese tiempo vamos a poder conservar nuestro empleo, y que en el mejor de los casos el ingresos siempre ira en ascenso.
La realidad es que suena bastante complicado sino tenemos una planeación previa. Si antes de embarcarme, como se dice popularmente al fenómeno de procrear hijos, preveo este tipo de gastos voy a estar en un momento excelente para crear un capital de reserva que tenga como fin cubrir los malos momentos económicos.
Sí el camino a una sociedad más prospera es la educación, podemos empezar por preocuparnos por ofrecer el mayor número de posibilidades educativas a nosotros o a nuestra familia.
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