Altas tasas de interés de bancos generan pobreza: Giraud. Foto: Twitter @AndaM_D

Altas tasas de interés de bancos generan pobreza: Giraud. Foto: Twitter @AndaM_D

La alta deuda de los estados genera pobreza, pues reducen los recursos destinados para programas sociales y obras públicas, así como las altas tasas de interés aumentan la brecha económica entre la población.

Así lo señaló Gaël Giraud, de la Agencia Francesa de Desarrollo, quien dijo que los estados que adquirieron deuda y no tienen recursos para pagar los intereses implementan un plan de austeridad para reducir gastos y suben los impuestos para recaudar más, con lo que se ven afectados los bolsillos de las familias pobres.

La deuda pública es todo crédito contraído por los tres órdenes de gobierno, la cual es pagada por los habitantes, y –según el economista francés— este tipo de endeudamiento no es la principal fuente de desigualdad económica.

De acuerdo con Giraud, quien participó en el Foro Internacional “¿Por qué persisten la pobreza y la desigualdad en México?” de la Ibero Puebla, la deuda privada genera pobreza, pues debido al alto endeudamiento de este sector los bancos imponen altas tasas de interés.

Regular sistema financiero

Indicó que las altas tasas de interés que hay en México representan una transferencia de riqueza, pues lo que pagan las personas con menos ingresos que adquieren un crédito al consumo o hipotecario beneficia a los bancos, ya que les permite otorgar más préstamos y maximizar sus ganancias.

Precisó que el gobierno puede crear leyes para controlar las tasas de interés, pues el crédito al consumo oscila entre el 30 y 40 por ciento pese a que la tasa de interés del Banco de México es del 6.25 por ciento.

Asimismo, resaltó que es necesario que el gobierno regule el sistema financiero para que haya mayor competencia en el sector mediante la creación de casas populares, con lo que se facilitaría que familias de bajos ingresos tengan acceso a diferentes créditos y de esa manera reactivar la economía.

Cabe mencionar que en 2015, la deuda pública de México representó 54 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y el crecimiento económico fue de 2.5 por ciento, lo que significa que se gasta más de lo que se percibe y los ingresos que se generan en el país no son suficientes.