Al menos 40 mil estudiantes podrían ser deportados de Estados Unidos a Puebla este año, pero el cupo en las universidades no será suficiente para ellos, lo cual podría encarecer la educación, además de que al egresar no les será fácil encontrar un empleo.
Así lo advirtieron rectores y académicos de diversas instituciones privadas, quienes reconocieron que solo disponen de alrededor de 20 mil lugares para incorporar este 2017 a los llamados “dreamers”, que son jóvenes estadounidenses de padres mexicanos, o que nacieron en México pero desde pequeños abandonaron el país.
Lo anterior durante la mesa de debate “El impacto de Donald Trump en la educación en Puebla”, donde los participantes señalaron que debido a la saturación en las universidades públicas, los repatriados podrían ingresar a las particulares, pero estas carecen de “capacidad” académica y de acompañamiento para incorporarlos.
Esto porque la mayoría de los universitarios no hablan o tienen problemas para entender el español, además de que al pasar tanto tiempo fuera del país se enfrentarán a una “crisis de identidad”, aunado a que si vienen sin su familia será más difícil su adaptación, por lo cual necesitarán asesoría especial.
Si bien admitieron que la deportación no será de forma inmediata y masiva como se ha “especulado”, sí enfatizaron que en la entidad las condiciones no son “las óptimas” para la inserción de estudiantes a las escuelas ni para los egresados al campo laboral.
Adultos deportados, el caso más grave
En este sentido, Jorge Arenas Basurto, investigador de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) refirió que el “problema más grave” de las deportaciones no se concentra en los estudiantes, sino en los adultos, pues representan el mayor número de migrantes poblanos.
Y es que refirió que solo en 2016, aún con Barack Obama como presidente, de los 220 mil deportados adultos, al menos el 50 por ciento no contaba con educación básica, por lo que advirtió que muchos de ellos se incorporaron al mercado informal por no encontrar empleo en su país.
En tanto, detalló que la mayoría de ellos provenían de municipios como Atlixco, Izúcar de Matamoros, Tepeaca, Amozoc y la capital poblana, mismos donde en los últimos meses aumentó la violencia y la inseguridad, lo cual –afirmó- “no es coincidencia, sino una de las consecuencias de no tener opciones laborales para los compatriotas”.
Solo en Puebla –abundó- 650 mil hogares dependen completamente de las remesas, pues 5 de cada 10 migrantes en Nueva York son poblanos, por lo que si la cabeza de la familia pierde su ingreso, al menos cuatro personas que dependen de él quedan en estado de vulnerabilidad.
Habrá jornada de asesoría
Por ello, Arenas Basurto hizo un llamado a que los gobiernos federal y estatal generen políticas de estado que garanticen educación y empleo tanto para los migrantes, como para las personas que residen en la entidad, pues de esa manera “no tendrían que irse del país.
En el evento, también se anunció la segunda edición de “Entre Aulas”, una jornada de asesoría e información para que los estudiantes elijan una carrera.
Iniciará el viernes 31 de marzo de 11 de la mañana a 5 de la tarde en el Complejo Cultural Universitario (CCU) de la BUAP.
Se espera la asistencia de mil aspirantes, los cuales podrán elegir entre las diversas licenciaturas que ofertarán diez universidades como la Udlap, Upaep, UVM, Cleu, ECCH e IEU.