Columnistas-MayraSanchezGarcia

Leí con atención la columna periodística publicada en días pasados por Denise Dresser “Ideas y Palabras”, donde escribe sobre la “camarilla clorox”.

Cuando aborda la temática a cerca del operativo limpieza, podemos evocar un sin número de situaciones planteadas en el texto:
Los 43 y Ayotzinapa

La Ley de Seguridad Interior…

El trabajo del Senado

Pero, al hablar del papel de ejército y referirse a él como un “ejército chantajista”, eso sí molesta y más de uno pegamos un buen brinco.

Si bien es cierto que es sensible el rol que llevan sobre sus hombros las fuerzas armadas y que han sido blanco de descalificaciones desde el suspirante al 18: AMLO hasta Trump pasando por una serie de columnistas entre ellos Dresser; justo es abordar algunas leves líneas, que distan mucho de lo escrito en su camarilla, y desde el título operación clorox, pues invitan a la descalificación y a una visceral colaboración.

Sobre el ejército mexicano

Antes de emitir cualquier opinión, es mi deber resaltar el desempeño de las fuerzas armadas dentro de la realidad histórica mexicana. Han sido éstas quienes a través de su disciplina y lealtad han atendido la obligación constitucional de defender la integridad y soberanía nacional, de garantizar la seguridad del interior y de auxiliar a la población en casos de desastre.

Desde el Art 16 del Acta Constitutiva de la Federación Mexicana del 31 de febrero de 1824 habla de las facultades del Presidente de la República y dice “disponer de la fuerza permanente de mar y tierra, y de la milicia activa para la defensa y seguridad interior de la Federación” (citado en los derechos del pueblo mexicano).

En la Constitución de 1936, de Las siete leyes, el artículo 17 de la cuarta Ley dice “disponer de las fuerzas armadas de mar y tierra para la seguridad interior y defensa exterior” y en la constitución del 1857, el texto permanece íntegro.

Actualmente, en el artículo 89, fracción VI, señala que el Presidente de la República puede disponer de las fuerzas armadas, para la defensa exterior y la seguridad interior de la Nación.

Y hago estas referencias porque es de suma importancia entender los siguientes términos con claridad, puesto que es ahí donde algunas voces han errado los comentarios:

Seguridad pública: función que tiene el estado como fin de salvaguardar la integridad y derecho de las personas, así como preservar las libertades, el orden y la paz públicos (prevención al delito, procuración de justicia, administración de justicia y reinserción social).

Seguridad nacional: es la condición permanente de soberanía, libertad, paz y justicia social que dentro de un marco de institucionalidad y de derecho procuran en nuestro país los poderes de la Federación mediante la acción armónica y coordinada y dinámica de los campos de poder (político, económico, social y militar) con el fin de alcanzar y mantener los objetivos nacionales y preservarlos tanto de las amenazas en el ámbito interno como las procedentes del exterior” (v. Colegio de la De la Defensa Nacional)

Seguridad interior, entendiendo a la seguridad como la viabilidad del estado y la salvaguardia de la patria y busca conservar la Paz interna.

Partiendo de este orden de ideas y la fuerza inequívoca que provocan los acontecimientos sociales, políticos, económicos y de diversas índoles, la presencia del narcotráfico y el terrorismo implica un ajuste de los escenarios antes planteados y, evidentemente implica ajustar, la función de las fuerzas armadas en general.

Si recordamos que dentro del Plan Nacional de Desarrollo, se habla de un México en paz, en la página 32 se dedica el apartado a la defensa exterior e interior de forma exclusiva a las fuerzas armadas y, se les considera como las únicas capaces de enfrentar los desafíos del crimen organizado”.

Pero es de vital importancia replantear que:

Estos retos son importantes.

Requiere mejorarse el marco jurídico para regular la participación operativa.

En pocas palabras, delimitar el ¿Cómo? ¿Cuándo? Y efectivamente hasta ¿dónde pueden incidir?

Puesto que mantener el orden es sumamente necesario para poder caminar en la base de la aceptación y confianza ciudadana.

Por toda esta serie de motivos, considero que los comentarios de los columnistas están hechos al vapor; sustentados en un mero acto de ataque infundado en ¡todo! menos en el ánimo de construir el México en paz que todos deseamos y, menospreciando el papel fundamental del ejército mexicano.

Amlo, “su vocero” y las fuerzas armadas

Y bajo este orden de ideas, de una manera totalmente lamentable y prueba de muy poca sensibilidad social y política, López Obrador califica como culpables a las fuerzas armadas y a Peña Nieto, por los crímenes de Ayotzinapa.

La historia la conoces. El lugar: Nueva York.

El agredido: don Antonio Tizapa, quien portaba la pancarta.

El suceso: Después de que uno de los padres de los normalistas desaparecidos increpó al Sr. López en Nueva York; el tabasqueño señaló que no era a él a quien debía reclamar justicia, sino al Estado, al presidente y al ejército.

¡Increíble el grado de Intolerancia¡

¡Increíble el señalamiento a Peña Nieto y las fuerzas armadas¡

¡Increíble la forma de proceder de un “aspirante” al 2018!

¡Increíble! ¿Hasta dónde ha llegado su falta de oficio político?

Contestación de Osorio Chong

Luego de las fuertes declaraciones de López Obrador; Osorio Chong exigió al tabasqueño respeto para el ejército mexicano, cuando afirmó “que salga de su zona de confort y asuma con responsabilidad sus declaraciones y si tiene pruebas, que vaya al Ministerio Público y las señale”.

“Debo decirle al señor López Obrador que son mexicanas y mexicanos que se prepararon para defender a todos los habitantes, a las familias de mexicanos y que en el discurso simplista, las señala, las lastima y no prueba”.

El titular de Gobernación dijo que López Obrador debe aclarar su apoyo y relación con el exalcalde de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca, quien es uno de los responsables de lo ocurrido en Iguala en septiembre de 2014.

Por último y con la claridad del quehacer de las fuerzas armadas, sus limitantes, sus objetivos, quiero comentarte que, como mujer mexicana me indigna sobremanera la desatinada forma en que se le califica –o mejor dicho se descalifica- a los integrantes del ejército mexicano.

Al final del día, ellos son los hombres y las mujeres que con disciplina, valor, lealtad e institucionalidad coadyuvan a la construcción del México que todos deseamos.

Como periodista, lamento tanto que exista la falta de oficio (periodístico) al emitir una declaración hecha (quiero pensar) al vapor. Tejida en el aire. Pues de una forma u otra como “escribamos seremos descritos”.

(Sólo de pronto recordé – o ¿lo leí?- los nombres de algunas otras notas que tejen un nuevo discurso de investigación, sobre algunas charlas en instituciones públicas que ascienden a más de ciento cincuenta mil pesos cada una. Creo que lo soñé… y si no, al tiempo).

@mayrusmyrus7
@divadelamujer

Referencias bibliográficas
2014, Garíadiego Javier, El Ejército Mexicano 100 Años de Historia, Colegio de México
2001, Martínez Serrano Alejandro, ¿Qué es la Seguridad Nacional?, tu-obra-unam
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/1/419/12.pdfhttps://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/1/419/12.pdf

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