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La ética de la secretaria

Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, publicada en El Financiero, indica que Rosario Robles tiene confundida la ética con la estética, o simplemente, nada extraviada, le da exactamente lo mismo que mezcle la estética con la ética. Todo esto viene porque el lunes pasado la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, cuyo acrónimo es Sedatu, decidió tomarse la mañana para sus temas personales y de promoción, dejando para otro momento sus funciones como titular de una dependencia que, entre otras cosas, recoge los remanentes del reparto agrario –que comenzó hace un siglo con la Revolución Mexicana–, y tiene bajo su responsabilidad la estratégica planeación urbana en el país. Esa mañana, la funcionaria se fue de compras.

A media mañana la secretaria Robles fue fotografiada por una persona en la tienda Hermès en un centro comercial. La Casa Hermès fue fundada en la zona del Barrio 4, el de los grandes bulevares que arquean sobre el centro de París, en 1837, con el propósito de vestir a los nobles europeos. Su cuartel general se encuentra actualmente en el número 24 de Faubourg Saint-Honoré, que es la calle que comparten las principales casas de modas del mundo con el Palacio del Eliseo, la sede de la presidencia francesa. Es decir, la secretaria Robles sabía perfectamente a dónde se metía. Iba a buscar corbatas de hombres, de punta de seda, cuyos precios normales oscilan entre los dos mil 500 y los tres mil pesos.

La señora Robles tiene un salario de 147 mil 318 pesos, de acuerdo con el Portal de Obligaciones de Transparencia, por lo cual está perfectamente dentro de sus posibilidades adquirir una corbata fina. Ese no es el problema, ni qué hace en su vida privada. El tema es relevante porque esta visita a la tienda se dio un lunes a media mañana, con lo cual violó el Código de Ética de los Servidores Públicos del Gobierno Federal. Tras revisar el documento, la versión impresa del portal digital Eje Central publicó una pequeña historia del hecho, firmada por la reportera Bet-biraí Nieto, donde registró:

“La funcionaria fue fotografiada a las 11:30 de la mañana en Perisur, al interior de la exclusiva tienda Hermès. Según la agenda de la titular de Sedatu, a la una de la tarde acudió al auditorio de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, en San Jerónimo Lídice, para la presentación del Índice de las Ciudades Prósperas de ONU-Hábitat, acto que terminó luego de las tres de la tarde”.

La oficina de la secretaria se encuentra en el sur de la Ciudad de México, cerca del Estadio Azteca y a unos 20 minutos, a media mañana, de Perisur. El auditorio en San Jerónimo Lídice se encuentra a escasos 15 minutos de Perisur. Es decir, no había mucha necesidad de la secretaria para no atender asuntos de trabajo en su oficina o en otro lado, aunque definitivamente nada que ver en la tienda Hermès.

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La diferencia entre un candidato y un Presidente

Leo Zuckermann en su columna Juego de Poder, publicada en Excélsior, señala que “Lo que se necesita para llegar a ser Presidente es muy diferente de lo que se necesita para ser Presidente”. Así resume el politólogo británico Richard Rose una de las debilidades estructurales de las democracias presidenciales. Efectivamente, en este tipo de regímenes es posible —y a menudo sucede— que un verdadero desconocido, un novato de la política, llegue al mayor cargo público que existe. No importa que se carezca de experiencia, que se tenga un vago proyecto de gobierno o que de plano no se entiendan los intríngulis gubernamentales. Basta con hacer una buena campaña; prometer lo que está en el ánimo de los electores.

En la película El candidato (1972), el personaje caracterizado por Robert Redford, sigue al pie de la letra todo lo que su consultor político le dice que hay que hacer para ganar. Al final, se levanta con la victoria. En la última y genial escena, el candidato, en lugar de estar alegre y celebrando, está pasmado. Angustiado, le pregunta al consultor: “Y ahora, ¿qué hacemos?”.

Traigo a colación este tema porque se acerca el 2018 cuando los mexicanos tendremos que elegir a un nuevo Presidente. Es posible una vez más que tengamos buenos candidatos en la boleta que quizá resulten presidentes deficientes. No sería la primera vez en México. Ya nos pasó con Vicente Fox: un gran candidato que dejó mucho que desear cuando se sentó en la silla presidencial.

La noche del 2 de julio del 2000, Fox no parecía angustiado como el personaje de la película mencionada. Al revés, no cabía en sí mismo. Había logrado lo impensable: sacar al PRI de Los Pinos. ¿Quién lo podía parar? ¿Qué no podría hacer el que derrotó al más longevo partido político en el poder, a la “dictadura perfecta”? Fox se veía invencible. Muchos así lo creyeron. El que más fue el propio presidente electo. En lugar de bajar las expectativas de lo que se podría hacer en un contexto de gobierno dividido, Fox siguió en campaña —que es lo que mejor sabe hacer— y continuó elevando las expectativas. Todo iba a ser posible. El primero de diciembre tomó posesión con una tasa de aprobación del 80%. Era la gloria.

Sin embargo, pronto se impuso la realidad. Fox no tenía una idea clara de cómo ser presidente. En lugar de preguntar “¿qué hago?”, como el prudente candidato encarnado por Redford, mandó a hacer todo y al mismo tiempo. Sin estrategia, sin prioridades, con un absurdo esquema organizativo, el presidente se fue entrampando. Lentamente el país cayó en la cuenta de que había elegido a un amateur como personaje central del sistema político.

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Tras el arrebato, mejor una disculpa

Joaquín López-Dóriga en su columna en Privado, publicada en Milenio, indica que Tengo muchas ganas de nada. Florestán

La visita de Andrés Manuel López Obrador a Nueva York quedó marcada por dos incidentes: el primero en su mensaje a los paisanos en el salón de una iglesia, que tuvo que acortar, y el segundo cuando fue interpelado por una persona sobre los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, al que calló y tachó de provocador.

Estos dos hechos serán el referente de su viaje, el primero a esa ciudad atrapada, además, por una de las peores tormentas invernales que provocó el cierre de escuelas y oficinas, entre ellas, la sede de Naciones Unidas donde iba a entregar un escrito denunciando las violaciones a los derechos humanos de millones de mexicanos por las políticas migratorias de Donald Trump, lo que en ese momento fue imposible.

En cuanto al primer evento, su discurso fue interrumpido por el reclamo de los 43 desaparecidos, a lo que contestó que le preguntaran al Ejército y a Peña —lo que ayer fue condenado por el gobierno federal a través de su vocero Eduardo Sánchez—, lance que quiso ser controlado por personal de seguridad, pero como aquello crecía, cortó rápido para evitar un conflicto mayor y se retiró.

Subió a una camioneta y un hombre a la ventanilla le gritó.

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Permiten fuga del hijo de El Azul

La columna Bajo Reserva, publicada en El Universal, señala que desde el gobierno federal levantaron las cejas por la ayuda “judicial” que recibió el hijo de El Azul Esparragoza para escapar de la prisión de Arugato, ubicada en el municipio de Culiacán, Sinaloa. Nos explican que el Juzgado Cuarto de Distrito en Sinaloa dio un salvoconducto a Juan José Esparragoza Monzón, alias El Negro, para que pudiera escapar. ¿De qué se trata?, se preguntará usted. El Poder Judicial, por conducto del secretario de Acuerdos del Juzgado Cuarto, Ramiro de León Cantú, otorgó el pasado 23 de enero una suspensión provisional que amparó al delincuente para no ser trasladado a un penal de máxima seguridad. Eso ocurrió apenas a cuatro días de la detención del hijo de Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, considerado uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa. Nos dicen que en las esferas gubernamentales tomaron nota de la resolución judicial, que abrió las puertas al narcotraficante. Así se las gastan en el Poder Judicial, comentaron.

El escabroso expediente Odebrecht

Desde hace dos meses, la titular de la Función Pública, Arely Gómez, revisa los contratos que Pemex otorgó a la constructora brasileña Odebrecht, bajo un esquema de sobornos. Nos dicen que el subsecretario Javier Vargas dio a conocer a la Cámara de Diputados que se rastrean los datos para detectar a los participantes en actos de corrupción, que por cierto ascienden a 10.5 millones de dólares. El funcionario informó a los diputados de una comisión legislativa encargada de investigar a las empresas con participación estatal que también están revisando con lupa algunas de las subsidiarias de esta compañía carioca en México, para detectar cualquier tipo de irregularidad en sus operaciones. Las investigaciones de doña Arely son independientes de las que lleva a cabo la PGR, al mando de Raúl Cervantes, quien mantiene contacto con funcionarios del Departamento de Estado de EU y la Fiscalía de Brasil, en un esfuerzo multinacional por develar la red de sobornos de Odebrecht, nos comentan.

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La columna Trascendió, publicada en Milenio, indica que unos 80 mil mexicanos en Estados Unidos están bajo proceso para analizar si procede su deportación, pero como esos asuntos en temas migratorios pueden tomarse hasta 600 días, la resolución de las autoridades tardará en conocerse.

En tanto, a propósito del tema, se sabe que la Secretaría de Relaciones Exteriores, que encabeza Luis Videgaray, le sacó la lista a Andrés Manuel López Obrador de las acciones que ha hecho ante instancias internacionales para defender a los migrantes, frente al discurso del dirigente de que no se les ha atendido de forma correcta.

Que el conflicto interno del PRD en el Senado ya le pegó a asuntos de la Cámara, porque se trabaron los avances en el decreto para regular la negociación con Estados Unidos, pues no hay interlocutor de la bancada perredista.

Este martes habrá sesión de la Junta de Coordinación Política, pero hasta ahora lo que se sabe es que irán tanto Dolores Padierna como Raúl Morón.

Que los notables del Comité Técnico encargado de evaluar a los aspirantes al Consejo General del INE cerraron ayer la fase de entrevistas y ahora tienen tres días para entregar a la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, a más tardar el lunes, las tres listas de cinco nombres cada una para seleccionar a quienes a partir del 5 de abril sustituirán a los consejeros salientes Beatriz Galindo, Arturo Sánchez y Javier Santiago.

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