La Burocracia Dorada (BD) es un término utilizado para referirse comúnmente al personal directivo de las instituciones gubernamentales, descentralizadas y autónomas, los cuales perciben salarios y prerrogativas muy por arriba de los demás trabajadores.

Andrés Manuel López Obrador en su último libro (2018. La Salida, 2017 editorial Planeta) la define así: “la burocracia dorada en nuestro país se distingue por ser la que más gana en el mundo, por consumir la mayor cantidad de presupuesto y por devengar sueldos superiores a los recibidos por los empleados del sector privado” […] “Pero además de las percepciones salariales propiamente dichas, la elite burocrática del país goza de servicios médicos privados” […] “tienen fondos especiales de retiro, así como créditos baratos para adquirir casas y automóviles.

En las Instituciones de Educación Superior (IES), la BD, a partir de la década de 1990 del siglo XX, ha tenido dos funciones: aplicar la modernización educativa neoliberal que se tradujo en una reducción sustantiva de la inversión destinada a la educación y, por ende, en el descenso de la matricula estudiantil y los salarios de los trabajadores universitarios, excepto el de la BD. Asimismo, fomentar la simulación académica que permea a la mayoría de las universidades, pero ostentándola como su opuesto: la excelencia académica.

Con este fin, ha contado con la complicidad de organismos evaluadores y acreditadores externos a las IES, reconocidos oficialmente como los únicos que pueden evaluar-acreditar-certificar la “calidad de la educación universitaria”. No obstante, estos organismos han amputado de la triada evaluación-acreditación-certificación a la primera, que es el único elemento articulado indeleblemente a la planificación educativa (Palabras Agudas, 19 de julio 2016).

La BD universitaria, forma parte de lo que López Obrador llama en el citado libro, la República simulada, y constituye uno de los obstáculos más poderosos para alcanzar el Estado de bienestar. Se trata de “parásitos del poder”, de una capa social frívola, ineficiente, inculta y amante del “poderoso caballero es don dinero”, descrito magistralmente por Francisco de Quevedo en un poema que lleva el mismo nombre.

En la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), al igual que en otras universidades públicas, la BD posee altos salarios y vitalicios, influencia política para realizar promociones de plaza, insertar a sus incondicionales en la planta laboral, así como de manejar discrecionalmente los recursos fiscales de que dispone aplicados, en parte, para otorgar apoyos económicos a ciertos investigadores, que son condicionados a incluir a miembros de la BD en coautorías de publicaciones de resultados científicos, donde aquéllos no hicieron ninguna contribución científica.

Esta contribución de Palabras Agudas consta de cinco segmentos, incluida la presente. En la segunda parte, abordaremos los salarios diferenciados que percibe el personal directivo, comparado con los de confianza, administrativo y académico, incluyendo los trabajadores de las empresas outsourcing contratadas por la BUAP.

En la segunda y tercera colaboración, y considerando el caso concreto de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado (VIEP), el Instituto de Ciencias (ICUAP) y el Centro de Agroecología-ICUAP (CENAGRO), enfatizaremos en las promociones de plaza y en la inserción en la planta laboral de sus incondicionales, así como en el manejo discrecional de los recursos económicos que manejan para elevar su “productividad científica”.

Finalmente, se abordarán los mecanismos utilizados por la BD para transfigurar la simulación en excelencia académica, referido concretamente con la producción de más componentes académicos (títulos y publicaciones científicas), pero de menor calidad, lo cual debe ser revertido por la SEP y las mismas universidades públicas.

Palabras agudas

La página del Itaipue  asegura que: “El Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Puebla (Itaipue) es un organismo público autónomo, independiente, especializado, imparcial, colegiado y de carácter permanente, con personalidad jurídica y patrimonio propio; responsable de promover, difundir y garantizar el acceso a la información pública y la protección de los datos personales en la entidad”. ¿Será? En mi caso promoví, desde mayo de 2016, el expediente 117/BUAP-05/2016, sin que se me entregue hasta ahora, parte de la información solicitada. Con este propósito el Vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrados-BUAP, ha contado la abierta complicidad de algunos miembros del entonces CAIP, ahora Itaipue.

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Miguel Ángel Damián Huato es profesor-investigador del Centro de Agroecología del Instituto de Ciencias de la BUAP. Fue Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2011 y es miembro del Sistema Nacional...