La academia y la investigación son tareas prioritarias en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), ya que inciden en el desarrollo científico y social, sostuvo el rector Alfonso Esparza Ortiz.
Acudió al cuarto informe de labores de Juan Francisco Rivas Silva, al frente del Instituto de Física “Ingeniero Luis Rivera Terrazas” (IFUAP), y tomó protesta a María Eugenia Mendoza Álvarez como nueva directora.
Esparza Ortiz destacó el avance significativo en la consolidación de proyectos, incremento de la calidad de sus posgrados y el talento y fortalezas de sus profesores. Es así, dijo, que “seguiremos haciendo todo lo posible y conducente dentro de la administración para tener como prioridad a la academia y la investigación”.
Prueba de ello, para satisfacer las demandas de espacios se entregarán a este instituto 10 laboratorios en las nuevas instalaciones del Eco Campus Universitario Valsequillo, que cumplirán al 100 por ciento con las normas y especificaciones requeridas para el desarrollo de sus líneas de investigación. De esta manera, se respalda su producción científica: 1.8 artículos por académico.
Alcanzar la acreditación
En dicho campus, precisó el rector, pretendemos fortalecer la transferencia de conocimiento para que responda a las necesidades de los sectores productivos y amplíe la vinculación de la Universidad con su entorno. A corto plazo, se espera alcanzar la acreditación de estos espacios.
Juan Francisco Rivas Silva notificó que el IFUAP, a través de sus cuatro posgrados, uno de ellos con el grado de Competencia Internacional, forma recursos humanos de alto nivel en el área de Física y Ciencia de Materiales, calidad que se refuerza con movilidad estudiantil y acciones de acompañamiento, los cuales tienen una eficiencia terminal promedio del 60 por ciento.
En materia de investigación, existen seis cuerpos académicos: cinco consolidados y uno en consolidación, así como tres grupos más en espera de ser acreditados como tales. Hay una intensa labor científica con cinco proyectos internacionales bilaterales con la comunidad europea, Taiwán, India y Estados Unidos; 28 proyectos con financiamiento nacional de Conacyt y Prodep, de los cuales 17 continúan vigentes. Se han desarrollado 25 proyectos con financiamiento de la VIEP.
Los resultados de esta investigación se plasman en la publicación de 77 artículos indizados, un capítulo de libro, tres memorias y 11 artículos en prensa, que hacen un promedio de 1.8 artículos por investigador.
Rivas Silva destacó que del total de los 46 docentes, el 94 por ciento son integrantes del Sistema Nacional de Investigadores y de este indicador, 60 por ciento son nivel II y III. Además, de ellos tres son plazas de nueva creación, dos retenciones/repatriaciones y una Cátedra Jóvenes Investigadores, ambos del Conacyt.
También resaltó la colaboración científica con Alemania, Brasil, Inglaterra y Rusia, y en el país con el Instituto Politécnico Nacional. Lo anterior, dijo, redunda en la preparación de recursos humanos de alto nivel, por lo que invitó a la comunidad universitaria a unir esfuerzos a favor de esta directriz.
Al rendir protesta como directora del IFUAP, María Eugenia Mendoza Álvarez enfatizó que conjugará esfuerzos para impulsar la investigación, posgrados, vinculación y una gestión eficiente, al tiempo de incorporar una visión multi y transdisciplinaria en la formación de estudiantes.
Tecnología de vanguardia
Previo al informe, el rector entregó un difractómetro de monocristal con radiación de plata, para la investigación en física, química y ciencia de materiales.
Con este instrumento es posible determinar la estructura cristalina de un sólido, es decir, las características geométricas del elemento más pequeño que forma el cristal: las coordenadas espaciales de los átomos y el movimiento térmico alrededor de estas coordenadas de equilibrio. La determinación de la estructura cristalina es fundamental para explicar las propiedades físicas y químicas de un sólido.
Este equipo -a cargo del doctor Sylvain Jean Bernès Flouriot, académico del IFUAP- se adquirió a través de una convocatoria Conacyt para el fortalecimiento de la infraestructura educativa. Esta tecnología se caracteriza por tener rayos X de alta energía -una longitud de onda más corta que la usada normalmente-, lo cual permite saber detalles más finos a escala atómica en la materia cristalina. Trabaja con una temperatura de menos 170 grados hasta 800 grados Celsius.