La excolonia portuguesa Guinea Bissau ha enfrentado una grave crisis política luego que su presidente en 2015 haya disuelto la gestión del Primer Ministro Domingoes Simoes Pereira, lo que ha llevado a que el país no tenga gobierno ni presupuesto desde hace más de un año.
En 2014, luego de un último de nueve golpes de Estado, se llevaron a cabo elecciones presidenciales y de legisladores, en las que resultó victorioso el actual presidente José Mario Vaz y el Partido Africano por la Independencia de Guinea y Capo Verde (Paigc) obtuvo una mayoría en el parlamento, con lo que se conformó un gobierno en el cual Pereira fue designado Primer Ministro.
La comunidad internacional recibió con beneplácito el ejercicio electoral, tanto la Unión Europea como el Fondo Monetario Internacional dieron apertura a líneas de crédito para que la nueva gestión garantizara las expectativas de crecimiento económico.
A pesar que ambos burócratas pertenecieran al mismo partido político y de contar con mayoría en el cuerpo legislativo, no pudieron resolver diferencias en torno a decisiones ni tampoco superar la división al interior del Paigc, con lo que Vaz disolvió la gestión de su mano derecha sin que su partido pudiese acordar quién ocuparía el puesto.
Sin dinero
Desde agosto de 2015, se ha presentado un desfilar de más de tres nuevos Primeros Ministros, quienes no han sido aprobados por el parlamento. Debido a lo anterior, el país se ha visto obligado a iniciar sus años fiscales de 2016 y 2017 sin presupuesto, ya que los legisladores han vetado las iniciativas.
Ello volvió a poner los ojos de la comunidad internacional en la zona y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de su Consejo de Seguridad y con la emisión de la resolución 2343 acordó extender su misión hasta febrero de 2018, asimismo, convocaron a los personajes involucrados a diálogos de los que surgió el Acuerdo Conakry , instrumento que se esperaba trajera la estabilidad al país.
Ebola y drogas a la alza
Sin embargo, los esfuerzos fueron en vano, el Paigc no parece ponerse de acuerdo y ello ha fracturado aún más al partido, además de causar una situación de inconformidad entre la sociedad que se ha visto afectado por un reciente brote de ebola, el aumento en la producción y transportación de cocaína así como la falta de servicios públicos esenciales.
Por ello, desde hace más de 6 meses, se han presentado manifestaciones en las diversas ciudades de Guinea Bissau, las cuales han tenido un aumento significativo en las últimas horas y han logrado evidenciar el hartazgo que ha surgido luego de la destitución de Pereira. Los bisauguineanos piden que el presidente José Mario Vaz abandone su puesto.
Con tarjetas rojas y silbatos, la sociedad se ha mostrado en favor de la gestión que tuvo Pereira y exigen al presidente que brinde explicaciones del por qué le separó de su cargo: “Queremos que el presidente explique por qué removió el gobierno del Primer Ministro Domingoes Simoes Pereira que iba por buen camino” manifestó una de las asistentes a las marchas.
A pesar de la inestabilidad política y social, surgida luego del último golpe de Estado, la Comunidad Económica para los Estados Africanos Noroccidentales (Ecowas) ha dicho que Guinea Bissau ha tenido un crecimiento económico (de 5 por ciento), resultado de las exportaciones y las favorables cláusulas de comercio del país africano.