En una entrevista con CBS News, Marco López, ex jefe del Estado Mayor de Aduanas y Protección Fronteriza y anteriormente consejero de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, habló sobre las nuevas medidas que se están implementando para combatir la inmigración en Estados Unidos.
Actualmente el gobierno de Donald Trump quiere agregar 10 mil agentes nuevos al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos y 5 mil nuevos oficiales en la patrulla fronteriza. Además pretende doblar el número de detenidos de 41 mil a 80 mil sólo con la intención de demostrar poder y dar miedo a los inmigrantes indocumentados. Esto podría generar protestas que no se habían visto en los ocho años de la administración de Obama.
Sin embargo, de acuerdo con López, aún existe confusión acerca de cómo se llevarán a cabo las implementaciones de estas medidas que pide el presidente Trump, porque no se puede forzar la salida de los inmigrantes.
El presidente de los Estados Unidos intentó aparentar “luz al final del túnel” para los inmigrantes al hablar del programa de Acción diferida para los llegados en la infancia, mencionando que los niños tienen grandes sueños. Pero, de acuerdo con Marco López, el presidente dice una cosa mientras se filtran documentos con las medidas extremas que quiere implementar.
Con las nuevas medidas se quiere juzgar de la misma forma a un inmigrante indocumentado que trabaja en el campo que un inmigrante que comete delitos dentro del país o que está involucrado en el narcotráfico.
El muro que se quiere construir en la frontera de Estados Unidos – México tampoco es una medida efectiva para aumentar la seguridad fronteriza. Para esto se necesita tecnología e inteligencia trabajando en conjunto con el país vecino. Sin embargo no existe un esfuerzo real para dialogar, al contrario, “la relación con México está rota”, dijo Marco López. Si se quiere más seguridad fronteriza, una relación sólida con México es indispensable.