Kenia, la otra gran sequía y cómo ha afectado. Foto: Efeverde

La actual sequía en Sudán del Sur y Somalia ha provocado que se ignore la gravedad del fenómeno en Kenia, país en el que 2.7 millones de personas necesitan ayuda urgente y donde la falta de agua se suma a los problemas de salud.

Stephen O´Brien, subsecretario de asuntos humanitarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha señalado “el gran impacto” que el fenómeno ha tenido en el norte del país africano, lugar en el que se ha pronosticado que, en un par de meses, más de 4 millones de personas estarían afectadas por la falta de agua.

También ha indicado que, en caso que la comunidad internacional no actúe en favor de la población keniana, existe la posibilidad de que la sequía sea declarada como la segunda hambruna en la década.

Aseguró que las personas principalmente afectadas viven en el triángulo Mandera, zona en la que convergen las fronteras de Somalia, Egipto y Kenia, en donde se han presentado desde hace poco más de un año y medio brotes significativos de chikungunya, sarampión y cólera.

Incluso, Werner Schtnik, representante de Kenia en la Unicef, ha dicho: “nuestros esfuerzos no sólo deben aliviar los sufrimientos ocasionados por esta emergencia, deben también construir resiliencia de las familias y la capacidad de los gobiernos a lidiar con futuras sequías y otras calamidades”.

107% más de inseguridad alimentaria

De acuerdo con el portal de noticias humanitarias Relief Web, que tuvo acceso a datos de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la sequía causó que en el país africano aumentara el número de personas afectadas por la inseguridad alimentaria al pasar de 1.3 millones a 2.7 millones, es decir, 107.7 por ciento más.

Dicho informe indica que la producción de maíz en la zona sin agua disminuyó hasta en un 99 por ciento generando un fuerte impacto en la economía familiar y un aumento en los precios de los productos de primera necesidad.

Ante la afectación en 23 de sus 47 provincias, el 10 de febrero, el gobierno keniano declaró la situación como una emergencia nacional.

Sumado a lo anterior, las autoridades –a través de indemnizaciones– han intentado mitigar los efectos en la economía de los kenianos, por ello, en las últimas horas ha comprometido 214 millones de shillings –40.6 millones de pesos– para 12 mil familias dedicadas al pastoreo.

Conflictos sociales por falta de agua

Sin embargo existen problemas de otro tipo relacionados con la falta de agua que es consecuencia de la inexistencia de lluvias en octubre del año pasado, uno de ellos es el nacimiento de conflictos entre la población, principalmente entre los agricultores y quienes conservan el ganado.

Asimismo, la flora y fauna del país han tenido que implementar adecuaciones en su comportamiento para poder tener acceso al vital líquido en los últimos días, pues animales como elefantes y víboras han abandonado su hábitat y se han acercado al área urbana en busca de agua y alimento.

Una tercera consecuencia es el aumento en el número de enfermedades relacionadas con la contaminación de los alimentos como el cólera y desórdenes gastrointestinales que aquejan principalmente a la población vulnerable conformada por niños menores a los 8 años, madres en etapa de lactancia y adultos mayores.

En un estudio publicado el diciembre de 2015, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) y el Instituto para Estudios del Medio Ambiente de la Universidad de Vrije en Amsterdam afirmaron que el plan del manejo del agua era insostenible, anticipando algunas de las consecuencias que ya se viven.