La pelota albiceleste se paró en su jornada 15, debido a que Futbolistas Agremiados, decidieron no disputarla por falta de pago de varios de sus compañeros.
Se solidarizaron y decidieron frenar el deporte más importante del país, en una crisis económica e institucional más fuerte que atravesó en los últimos años.
El conflicto comenzó con la muerte de Julio Humberto Grondona el 30 de julio de 2014, quien fue presidente de la AFA durante 35 años, además de ser vicepresidente de la FIFA.
Tras la falta de una persona que pueda manejar el ente regulador del futbol, y presionado por las grandes deudas que afrontaban los clubes, el gobierno presidido por Mauricio Macri intervino la asociación mediante un “Comité regularizador”.
Sumado a esto, el gobierno nacional, que asumió en 2015 y que sigue en el poder, dio de baja Futbol Para Todos, que se encargaba de la televisación del futbol. Esto generó que muchos clubes no le ingresen el dinero de los derechos televisivos generando un déficit en sus cuentas. La disputa por a quien le vendían la transmisión generó otra disyuntiva que todavía no pueden resolver.
Los retrasos de pagos a los jugadores tras la falta de dinero de los clubes, trajo en consecuencia que los actores principales dijeran basta. Se reunieron y de forma conjunta definieron que está jornada no se disputaba.
Horas antes de comunicar la decisión definitiva, el Ministerio de Trabajo de la República Argentina dictó una conciliación obligatoria, abriendo el diálogo de 15 días para solucionar este conflicto. Pero esto fue descartado por el propio Sergio Marchi, secretario General de Futbolistas Agremiados, quien ratificó el paro de este fin de semana.