Alberto Melchor /Diario Cambio
Cuatro de los fraudes más escandalosos de la última década en Puebla tienen en común, además de la afectación de miles de familias, la participación del conductor estelar de Cinco Radio, Javier López Díaz, quien desde su noticiero radiofónico promovió cajas de ahorro, inversiones inmobiliarias y franquicias con ganancias muy superiores a las del mercado financiero y que incluso no contaban con la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Sitma e Invergroup de Edmundo y Leonardo Tiro Moranchel; Financiera Coofia de Valente Medina Seoane; así como Internacional de Franquicias Elite de Alejandro Escalona Valladolid tuvieron en el noticiero Buenos Días con López Díaz el espacio perfecto para captar a miles de poblanos que se deslumbraron con rendimientos inverosímiles de hasta el 10 por ciento sobre su inversión.
Pese a lo sospechoso de su operación financiera, el locutor con casi 30 años de experiencia celebró contratos millonarios con estas empresas que de acuerdo con la última auditoría del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), adeudan en Puebla casi mil 200 millones de pesos a por lo menos 35 mil familias.
El primer fraude en detonar fue el de Financiera Coofia, la cual tras doce años de operar en estados del centro del país desde su matriz en Puebla colapso en agosto de 2009, cuando las autoridades locales detuvieron a Carlos Roberto Flores, subdirector de Negocios, Ignacio Medina García, gerente de Tesorería y Humberto Raya Sotero, directivo de la financiera.
A través de una constante campaña en medios donde “Buenos Díaz con López Díaz” era uno de los espacios principales, la empresa propiedad de Valente Medina Seoane logró captar 20 mil inversionistas que hicieron depósitos para obtener préstamos personales pero cuando dejó de otorgarlos, se negó a regresar el dinero a los incautos.
Javier siguió dándole voz a los Tiro Moranchel aun en la cárcel
Un vínculo más estrecho con el locutor poblano se dio con las fraudulentas empresas de los hermanos Leonardo y Edmundo Tiro Moranchel, quienes se caracterizaron por invertir millones de pesos en campañas publicitarias como la que organizaba López Díaz en su noticiero para promover su modelo de “inversiones inmobiliarias”.
La empresa que captó a más de 10 mil poblanos gracias a la negligente publicidad que tenían, a principios de 2009 comenzó a tener problemas de liquidez para pagar los rendimientos superiores a los ofrecidos en el mercado financiero de ese momento, por lo que la CNBV boletinó a Sitma e Invergroup pues carecían de autorización para captar ahorros del público.
Aunque la empresa alegó que no necesitan permiso de la Comisión Bancaria, las denuncias por fraude los obligaron a huir mientras las autoridades embargaban sus sucursales en Puebla y Tlaxcala, en las cuales celebraban los contratos para inversiones inmobiliarias que terminaron por ser un engaño.
La detención de la dupla Tiro Moranchel no impidió que López Díaz les siguiera dando voz en su noticiero pues aún en 2015 desde el Cereso de San Miguel, Leonardo pedía al aire el perdón de los miles de defraudados para que retiraran sus demandas y así el pudiera vender sus bienes y con eso pagarles su patrimonio perdido.
Este tipo de llamadas las hizo en más de una ocasión tanto Leonardo como su abogado, quienes insistentemente rogaban un acuerdo con los afectados para que el defraudador pudiera abandonar la prisión.
No aprende y anuncia el último gran fraude en Puebla
Pese a los yerros ya citados, Javier López Díaz reconoció esta semana haber sido “sorprendido” por Alejandro Escalona Valladolid y su empresa Internacional de Franquicias Elite que tal y como CAMBIO lo documentó desde hace tres semanas, se perfila como el último gran fraude en agravio del patrimonio de cientos de poblanos.
Las primeras víctimas de este modelo de negocios de franquicias que promete invertir 100 mil pesos y ganar 10 mil al mes, promocionado en horario estelar por el “Rey del Rating” matutino, se están organizando para denunciar el fraude de Escalona, quien incluso ha usado a su hijo de 22 años como representante legal para que sea él quien deba responder como responsable del fraude ante las autoridades.