En 2015, en Puebla había 14 empresas vinculadas a la investigación y el desarrollo tecnológico por cada 10 mil unidades económicas en la entidad, este resultado estuvo por debajo del promedio nacional de 15; además de ser el décimo más bajo del país.
Lo anterior de acuerdo con el Indicador de Innovación y Desarrollo Tecnológico Empresarial (IDTE) de la consultora Aregional, que mide la capacidad que tienen los estados para estimular un ambiente empresarial que cuente con mano de obra altamente especializada, institutos de investigación e investigadores, incentivos a los proyectos de innovación.
En el país, 11 entidades federativas se encuentran por debajo del promedio nacional en el tema de empresas denominadas científicas y tecnológicas, siendo Guerrero, Oaxaca, Tlaxcala, Veracruz y Michoacán los que menor proporción tienen de este tipo de empresas.
Al contrario, destacan Nuevo León, con 42.8 por cada 10 mil empresas; Ciudad de México, con 40.4; Querétaro, con 40.1; Coahuila, con 35.3 y Sonora, con 31.6.
Pocos investigadores y escasas patentes
Según la consultora, la baja capacidad de estados para innovar e impulsar el desarrollo tecnológico responde a los siguientes aspectos: primero que se cuenta con muy baja vocación industrial y muy baja inversión canalizada al desarrollo de empresas de alta tecnología.
Segundo, la nula existencia de proyectos apoyados por el Fondo de Innovación Tecnológica en 2015, especialmente en Sinaloa, Aguascalientes, Nayarit, Durango, Zacatecas, Chiapas, Oaxaca, Tlaxcala, Campeche y Guerrero.
Tercero, muy baja presencia de investigadores que forman parte del Sistema Nacional de Investigadores (SIN). Son preocupantes los casos de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Durango y Nayarit, que cuentan con menos de 20 investigadores por cada 100 mil habitantes de más de 30 años, ubicándose por debajo de la media nacional equivalente a 40 investigadores.
Así como la escasa generación de patentes, especialmente en Sinaloa, Nayarit, Tlaxcala y Campeche.
