Columnistas-EduardoGarciaAnguiano

Predominan en el debate público el sentido común y el tono político electoral, más que la objetividad sobre la seguridad.

Ahora que en nuestros tiempos se discute la propuesta del poder Ejecutivo sobre la reforma a la seguridad pública y la de los partidos políticos sobre la seguridad interior, se han dado a oír muchas opiniones. Para contribuir a la cuestión van algunas ideas:

Primero.- No se trata del mando único policial, la propuesta presidencial se refiere a 32 policías estales (la Ciudad de México ya la tiene), es decir, quitar a los ayuntamientos la función de la seguridad pública, pues el mando único sólo es eso mando, no quitar la función. Desde el criterio político territorial, pasaríamos de un modelo propio de los estados federados con múltiples cuerpos descentralizados hasta el nivel municipal, a uno descentralizado sólo a nivel estatal.

El debate partidario se ha ido hacia lo que denominan mando mixto, que conserva la función de la seguridad pública para determinados ayuntamientos con capacidades institucionales y a los que no las tengan se les quitaría la función.

Segundo.- Establecer una categoría denominada seguridad interior, que hoy se reserva para domino exclusivo del poder Ejecutivo Federal, con predominancia de las fuerzas armadas en lo concerniente al nivel táctico operativo.

En la mayor parte de los países del mundo a las fuerzas armadas se les emplean en casos extraordinarios al interior de las fronteras nacionales, por ejemplo la entrada a Sicilia para combatir a la mafia; por otra parte, en algunos países existen policías militares para ejercer la función de la seguridad pública, con mando bajo los ministerios de la Defensa.

En este punto el debate se ha extraviado debido a que se dice que en México la seguridad pública estaría a cargo de militares. Por supuesto que es factible que lo hagan en casos extraordinarios, o cuando así lo defina su modelo y leyes como los casos colombiano y chileno, por citar sólo algunos ejemplos.

Lo que no podemos hacer es confundir las cosas, si se trata de asuntos de seguridad de la nación, no de seguridad pública, siempre las fuerzas armadas ahí estarán. Este es el caso del narcotráfico, que en nuestras disposiciones jurídicas es asunto de seguridad nacional, bajo la modalidad de delincuencia organizada, conforme a la ley respectiva.

Ho Chi Minh expresaba:” Un pueblo y un ejército valerosos no conocen nada imposible”.

@EGAnguiano
23 de Febrero de 2017

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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Sociólogo y Maestro en Administración Pública. Ha laborado en el gobierno federal y en gobiernos locales en áreas de gobierno y seguridad. Ha sido profesor en la Universidad de las Américas y del...