En la BUAP estudian niveles de contaminación en producción lechera. Foto: Especial
En la BUAP estudian niveles de contaminación en producción lechera. Foto: Especial

Investigadores del Departamento Universitario para el Desarrollo Sustentable, del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), buscan determinar los contaminantes en la producción de leche de vaca, ya que en el consumo humano pueden presentarse efectos.

Y es que los alimentos con residuos de fármacos usados contra bacterias y virus en animales pueden presentar procesos alérgicos y alteraciones digestivas.

“Trabajamos en una caracterización del sistema de producción lechera para verificar el tipo de ganado que existe, las razas, la forma en la que se manejan las excretas, las acciones que se realizan cuando un animal muere o cuando se encuentra enfermo y demás aspectos que nos permiten saber que tan inocuo o contaminado se encuentra el sistema”, detalló el investigador Santos Hernández Zepeda.

En una primera etapa, el investigador y su grupo de trabajo examinó el sistema de producción de 17 establos y en dos de ellos se identificó la presencia de antibióticos beta-lactámicos en la leche, además de que hicieron pruebas de detección de mastitis, que es una enfermedad de la ubre que se trata con antibióticos.

“El uso de antibióticos en la producción lechera es una realidad y una necesidad; sin embargo, al aplicar los diferentes fármacos se debe contar con una dosis apropiada, vía de administración, período de retiro adecuado y una oportuna identificación de vacas en tratamiento, para evitar contaminación accidental de la leche procedente de vacas sanas”.

Necesario explicar uso de fármacos

Además, se debe identificar el motivo principal para usarlos como son enfermedades en los aparatos reproductor (piometras, metritis, mastitis), respiratorio (neumonías) y digestivo (diarreas), así como en problemas con las extremidades (gabarro, traumatismos), entre otros.

“Si no se limpian los residuos, las vacas podrían comérselos por accidente. Por ejemplo si ingieren pedazos de alambre, éstos pueden perforarles el rumen, migrar y llegar a dañar incluso su corazón. Por otro lado, si las excretas de los corrales no son limpiadas, se acumulan en los corrales e infectan las pezuñas de la vacas posibilitando la entrada de bacterias que luego requieran ser tratadas con antibióticos”, explicó.

Dadas las observaciones obtenidas, el grupo de investigadores se ha planteado establecer un diálogo con los productores y agricultores de aquella zona para concientizarlos sobre la importancia de mantener espacios limpios y adecuados, en los que exista un mayor control de los residuos, además de fomentarles el uso de productos que no tengan componentes químicos dañinos.

Tras referir que estos estudios continúan, el especialista dio a conocer que se escogió la localidad de San Bernabé Temoxtitla, debido a que es una zona de producción lechera que se caracteriza por ser de tipo familiar, el producto y subproducto obtenido son para el mercado local y una parte se distribuye en la ciudad de Puebla, de ahí la importancia de identificar leche contaminada.