El gobierno del estado de Espíritu Santo, Brasil, encabezado por Paulo Hartung, solicitó la presencia de las Fuerzas Armadas para controlar el caos que se derivó en esa ciudad por la huelga –indirecta– que mantienen los policías militares.
Desde hace varios días, las familias y otros simpatizantes de los miembros de la policía militar de Espíritu Santo mantienen bloqueadas las puertas del cuartel general, lo que provocó la suspensión de labores de los uniformados, ya que la ley prohíbe que los efectivos realicen huelgas u otro tipo de manifestaciones.
Por lo anterior el índice de violencia en la región aumentó drásticamente, tan solo en unos días se registraron 90 asesinatos, y decenas de asaltos y saqueos a comercios.
Por su parte, el gobernador Paulo Hartung sentenció que el aumento de salario y las primas que exigen los manifestantes por alimentación, peligrosidad, insalubridad y trabajo nocturno, representan un aumento del 43 por ciento, lo cual es una petición inviable.
“Es un chantaje abierto, es la misma cosa que secuestrar y cobrar rescate“, expresó el ejecutivo de Espíritu Santo.
Fuente: El País
Editado por: Gabriel Díaz