Controversia por el agua

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que ahora que el Congreso quiere que la mayoría de los 217 ayuntamientos de Puebla validen la reforma al artículo 12 de la Constitución, por la cual se pretende dejar en manos del estado los servicios de agua potable y alcantarillado, algunos alcaldes han comenzado a evaluar la posibilidad de interponer una controversia constitucional.

Entre estos presidentes municipales se encuentran los de San Pedro Cholula y Tehuacán, José Juan Espinosa Torres y Ernestina Fernández Méndez, respectivamente.

Para estos y otros ediles dicha reforma a la fracción VI del artículo 12 de la Constitución del estado es el preámbulo para privatizar, como se hizo en la capital del estado con el Soapap, la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado.

La reforma de marras se aprobó el pasado 6 de enero en sesión extraordinaria de la LIX Legislatura, y para muchos pasó inadvertida por la zozobra que se vivió ese día y la víspera en Puebla y otros estados del país por los saqueos y actos de pillaje registrados en diferentes centros y plazas comerciales.

El munícipe de San Pedro Cholula y militante de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), José Juan Espinosa, es uno de los más inconformes, por lo que junto con otros alcaldes del PRI y PRD podría promover una controversia constitucional para echar abajo esa polémica reforma.

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Tres trascendidos para el fin de semana…

Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, señala que Luz María Aguirre Barbosa no ocupará la Secretaría de la Contraloría en el gobierno de José Antonio Gali Fayad, como se preveía.

José Villagrana Robles, que fungía hasta ayer por la noche como subsecretario de Administración en la Secretaría de Finanzas de Rafael Moreno Valle, será quien asuma esa posición a partir del miércoles, en sustitución de Alejandro Torres Palmer.

Aun así, no vaya a irse con la finta.

Que Aguirre Barbosa no quede en la Contraloría no significa que vaya a estar fuera de las tareas de vigilancia en la administración de Gali.

Al contrario.

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Cantado fracaso del Metrobús

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que tal como lo escribí en este espacio. El fracaso del Metrobús se confirmó. Por segunda ocasión el gobierno morenovallista se apropió de las concesiones de transportistas para manejar el servicio a su antojo.

RUTA, para variar, una vez más se ve envuelta en líos legales. La concesionaria Bus Rapid Transit de Puebla que operaba hasta este lunes el cobro de la Línea 2 advirtió que iniciará las acciones legales que correspondan, al amparo de las leyes locales y federales.

Luego que el martes pasado la administración morenovallista informó que recuperaba el derecho y se lo otorgaba a Carreteras de Cuota de Puebla, tal como sucedió con el primer derrotero de la Red Urbana de Transporte Articulado.

Hace dos años, el 14 de Abril de 2015 en este espacio escribí:

Revienta el Metrobús de RMV

No se necesitaba ser un genio para saber que la Línea 2 de RUTA sería un fracaso y que se convertiría en una pesadilla para los miles de usuarios de transporte público, particularmente para los habitantes del sur de la capital.

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Hasta antes de 2016, RMV se mostró cercano a los republicanos de EU y con un amigo de Trump

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que el talante anti–Donald Trump que el gobernador Rafael Moreno Rosas ha mostrado en un par de ocasiones, siendo la segunda en su último informe de labores, es solamente un artificio que se aleja mucho de sus verdaderas afinidades políticas. El mandatario poblano en realidad es alguien que a lo largo de su sexenio mostró cercanía con figuras e ideas del Partido Republicano, que incluyó a integrantes del círculo político más íntimo del ahora presidente de Estados Unidos.

Una muestra de lo anterior es que a finales de 2014, por invitación directa de Rafael Moreno Valle Rosas, estuvo en Puebla el republicano Christopher James Christie, quien es gobernador de Nueva Jersey desde el año 2009 y fue el primer coordinador de la campaña electoral de Donald Trump (ver fotos).

Chris Christie, tal como muchos lo conocen, luego de la derrota del candidato republicano Mitt Rommey en la elección presidencial del año 2012 fue visto como uno de los gobernadores que iban a oxigenar al Partido Republicano. Y así ocurrió: Christie fue una pieza fundamental para que Trump primero obtuviera la nominación a la Casa Blanca y luego avanzara en sectores de las clases medias, que fue un nicho de electores que permitió el triunfo definitivo del controvertido empresario inmobiliario y que ha mostrado un odio fascista hacia los mexicanos.

Moreno Valle lo invitó a Puebla supuestamente para hablar de la situación de los migrantes poblanos en el norte de Estados Unidos y crear sistemas de defensa de los mismos. Nadie conoce que como resultado de ese encuentro hayan surgido políticas públicas del gobierno de Puebla a favor de los paisanos.

Lo que realmente buscó Moreno Valle –con esa visita de Christie– fue ganar simpatías entre los republicanos de extrema derecha, ya que el mandatario ha intentado erigirse como un político que en la presidencia de la República sería un buen defensor de los intereses de consorcios y de inversionistas financieros estadounidenses que tienen negocios en México.

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El Acuerdo Secreto entre Trump y Peña Nieto

Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que en un libro reciente escrito por el periodista Mark Singer —“El show de Trump”, editorial Debate, 2016—, el hoy presidente de Estados Unidos aparece como un empresario voraz que sólo busca una cosa: el poder brutal que da el dinero.

Ese retrato puntual de Singer sigue vigente aunque ahora metido en el costal de la presidencia del país más poderoso del mundo.

Donald Trump —el mismo que se da el lujo de injuriar en su propia toma de posesión a su esposa Melania— sigue siendo un hombre de negocios que opera desde la Casa Blanca como siempre lo ha hecho: con una desbocada ambición.

Autor de dos libros de autoayuda para ser exitoso, Trump cumple lo que aconseja: es un general testarudo que a veces dice no y que es espectacular en la estrategia.

Sus primeras apariciones como presidente lo muestran implacable.

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