Debido al posible impuesto de 35 por ciento por concepto de importación que pretende aplicar el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la industria automotriz enfrenta dos problemas: aumentar precios o absorber los costos.
Lo anterior de acuerdo a la académica de la Universidad de Michigan y exvicepresidenta de General Motors, Marina Withman, quien dijo que si las autoparteras dejan de vender autos fabricados en México podrían perder clientes, pero si trasladan la producción al país vecino sus ganancias se vería afectadas.
Señaló que durante más de 20 años, el país fue el lugar perfecto para que las empresas automotrices se instalaran debido a la reducción de costos, ya que un obrero norteamericano gana 58 dólares por hora, mientras que uno mexicano gana alrededor de 8 dólares.
Según cifras del Center for Automotive Research, en los últimos seis años, autoparteras norteamericanas anunciaron inversiones en México por 24 millones de dólares.
La académica subrayó que el arancel sería un “golpe duro” para el sector automotriz debido al impacto económico que éste representa.
Es de señalar que este martes, Trump se reunió con ejecutivos de General Motors y Fiat-Chrysler, por lo que minutos antes del encuentro publicó, en su cuenta de Twitter dijo que quiere plantas nuevas que produzcan en Estados Unidos y para su mercado.
Editado por: Carlos Rodrigo Balcázar Placeres
Fuente: Excélsior
