Banner Programa
Columnistas-JuanCarlosLastiri

El proceso de urbanización en el mundo ha sido acelerado y si bien, apenas en 2007 el mundo inclino la balanza de la población urbana, para el año 2050 se espera que el 70 por ciento de la población mundial viva en ciudades. La concentración de personas en el espacio ha sido una constante para la subsistencia del sistema económico dominante y esto ha propiciado que el crecimiento urbano haya encontrado nuevas configuraciones como la de las metrópolis.
La definición de estas hace referencia al crecimiento de una ciudad más allá de sus límites administrativos, en el caso de México hablaríamos de una población que en su expansión se ha unido a otra que pertenece a un municipio distinto. Para darnos una idea de este proceso en nuestro país, debemos decir que contamos con 59 zonas metropolitanas y que estas concentran a poco más del 60 por ciento de la población lo que nos hace pensar en la necesidad de buscar soluciones reales a los retos que enfrentan estos espacios.

La política de desarrollo económico y social del México del siglo XXI pasa entonces por temas que tienen que ver con grandes espacios urbanos por lo que hoy, más que nunca, debemos replantear el papel de temas como la planeación urbana ya que las metrópolis pondrán presión sobre temas como el agua, el medio ambiente, el transporte masivo, la vivienda, etc., pero también pondrán presión sobre un tema que nos ha costado demasiado asimilar y es, el de la gestión y administración pública de estos espacios que traspasan límites políticos. Y quizá esto último no se perciba en su importancia, pero para valorarlo, debemos entender que nada podrá lograrse si no hay acuerdos que permitan verdaderas gestiones metropolitanas.

En la Sedatu entendemos la responsabilidad que como dependencia rectora del tema tenemos por lo que, hemos tomado muy en serio lo propuesto en Hábitat III de sentar las bases para una gestión metropolitana incluyente y de resultados.

La gobernanza metropolitana depende de que exista coordinación entre los diferentes órdenes de gobierno, por esto a nivel federal estamos en el entendido de que debemos ser los gestores de esta vinculación y hemos trabajado para que esto hoy sea una obligación. Dejo claro que no hay intensión en esto de eliminar derechos de los municipios sino de lograr que los temas que afectan en común a los municipios metropolitanos se resuelvan así, en común.

Es claro que en la SEDATU tenemos la convicción de que las políticas públicas deben dejar de lado su visión sectorial y adoptar una territorial. La confluencia de las políticas en el territorio determina en buena medida la calidad con la que el Estado mexicano garantiza los derechos de las personas.

En Puebla contamos con dos zonas metropolitanas, a saber, la de Tehuacán y la de Puebla-Tlaxcala, lo que nos muestra que tenemos trabajo que hacer para potencializarlas y dar la calidad de vida que sus habitantes merecen. Los retos de nuestras metrópolis son distintos y esto debemos considerarlo para lograr una buena gestión; por un lado, en Tehuacán tenemos dos municipios de nuestra entidad, pero por otro, en la Puebla-Tlaxcala, hablamos de la vinculación de dos entidades, lo que sin duda derivara en un tipo de gestión distinta donde tenemos a nivel federal mayor responsabilidad.

Desde mi posición en la Sedatu estaré atento a impulsar estas agendas para lograr que nuestra entidad se vuelva un modelo de la gestión metropolitana, sin duda habrá mucho por resolver pero, si logramos coordinarnos los retos minimizaran su dificultad y podremos avanzar por entornos urbanos sustentables, productivos e incluyentes.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

incendios forestales