El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, podría enfrentar un proceso de destitución por decir en un discurso, en un foro empresarial, que mató a “supuestos drogadictos” cuando era alcalde de Davao, cargo que ostentó durante 22 años.

Lo anterior, lo advirtió el senador Richard Gordon, luego de que el pasado lunes, el jefe de Estado intentara justificar  la violenta campaña contra las drogas que ha lanzado desde que empezó su mandato, el 30 de junio pasado, y añadió que sólo un tercio de las 5 mil 900 muertes que ha causado esta iniciativa fue en redadas policiales.

“En Davao, lo solía hacer yo personalmente (matar). Quería enseñar a los policías que si lo hago yo, ¿por qué no van a poder hacerlo ellos?”, preciso.

No es la primera vez que el presidente filipino acapara la atención internacional con declaraciones como esta o como cuando amenazó con retirar a Filipinas de la ONU o cuando dijo que Dios le había hablado y le había ordenado que dejase de jurar.

Cabe recordar que tampoco es la primera vez que Duterte admite públicamente haber matado delincuentes, anteriormente en una entrevista en 2015,  “confesó” haber matado a tres personas.

Fuente: Excélsior

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