En la zona centro del país, integrada por Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala, el 20.3 por ciento señaló que el ámbito laboral es donde hay mayor desigualdad entre mujeres y hombres.
Lo anterior de acuerdo con el Estudio sobre la encuesta de igualdad y no discriminación por razón género, 2015 elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El ámbito laboral es donde los entrevistados de dicha región aprecian mayor desigualdad entre hombres y mujeres, en comparación con otros ámbitos como el político (19.9), el social (19.6), el escolar (8.3) y el familiar (7.4).
En el país, en el ámbito laboral las desigualdades más mencionadas fueron la percepción en torno al salario diferenciado, los permisos por paternidad.
Respecto al rubro de los salarios, la percepción de los entrevistados se orienta a que actualmente los hombres perciben mejores salarios en nuestro país (32.1 por ciento), y sólo el 13.0 por ciento apunta a que las mujeres son quienes reciben los sueldos más altos.
Discriminación y violencia hacia mujeres
En Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala el 39.7 por ciento de opinan que existe discriminación por ser mujer y 12.2 por ciento por ser hombre, contra el 7.7 por ciento que considera que no la hay.
En los estados antes señalados, el 29.4 por ciento opinó que la violencia contra las mujeres aumentó respecto al año anterior, el 27.8 por ciento señaló que ha disminuido y 39.1 por ciento que sigue igual.
Según el estudio, en el centro del país el 28.8 por ciento no sabe que la Constitución Mexicana reconoce el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres, mientras que el 64.9 por ciento sí tiene ese conocimiento.
Crece discriminación por apariencia
A nivel nacional, entre 2007 y 2015, la percepción de discriminación contra las mujeres pasó de 31 a 34 por ciento.
Otros sectores afectados por la discriminación son las personas con sobrepeso, en 2007, el 18.7 por ciento de la población percibía algún acto discriminatorio por su aspecto físico, pero en 2015 pasó a 26.8 por ciento.
A su vez, la exclusión por color de piel cambió de 9.3 a 16.6 por ciento. El estudio también observó que la aceptación o rechazo a un cambio en cuanto los roles que tradicionalmente se han asignado a hombres y mujeres, puede suscitar conflictos al interior del hogar.
