El Instituto Nacional de Migración (IMN) informó en días pasados las cifras de indocumentadas que atraviesan la República Mexicana, para transitar hacia los Estados Unidos, (190 mil 366 personas remitidas a las instalaciones del IMN).
Indicó que no obstante de los señalamientos de las organizaciones no gubernamentales y de los derechos humanos, acerca de las violaciones y vejaciones a los migrantes, dichos actos prevalecen aunque el gobierno federal señale lo contrario, las cifras son alarmantes.
La organización Sin Fronteras señaló que en el año 2015 repuntaron las detenciones migratorias en México. En la presentación del informe “Detención sin excepción”, la asociación señaló que el total de detenciones en el año pasado cifró un promedio de 522 al día. 82 por ciento fue expulsado del País.
Mientras tanto durante el 2014 hubo 127 mil 149 detenciones y 86 mil 298 en el año de 2013, consecuentemente que al observar las cifras se ve claramente el pico ascendente en los años de 2005 con 240 mil 269; 2004 con 215 mil 695 y el ya mencionado 2015.
También, en la presentación del documento, especialistas en temas migratorios y de la defensa de los derechos humanos plantearon la preocupación por la cantidad de personas migrantes que son privadas de su libertad.
Amén de sus detenciones conlleva el hecho de la violación a los derechos humanos y en contraposición no se han planteado alternativas a esas detenciones. Esto a pesar de los reclamos de las organizaciones sociales y del propio gobierno federal, pues entre los detenidos están todo tipo de personas, adolescentes y niños principalmente.
Solo existen sistemas de monitoreo, y se espera que estos tengan la suficiente fuerza para que la ciudadanía participe con sus opiniones y/o con sus acciones a fin de evitar mayores violaciones.
Lo anterior, desde luego que es preocupante, ya que una parte nos quejamos de las violaciones a nuestros connacionales que son violentados en sus garantías individuales en la frontera norte de nuestro país.
Por otra, se cometen todo tipo de violaciones y vejaciones a los migrantes de diversas nacionalidades que llegan obligadamente a territorio nacional mexicano para transitar hacia los Estados Unidos, y aquí tendría que rezar aquel principio universal de que lo que no quieres para ti, no se lo hagas a otro.
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