De los 25 mercados municipales sólo el de la Acocota es el que cuenta con trampa de grasa, por lo que es necesario instalarlas en todos, principalmente en el 5 de Mayo y la central de abasto para evitar que sigan contaminando el rio Atoyac.
Así lo admitió, en entrevista, José Luis Romero Morales, director de planeación y proyectos de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad municipal, quien agregó que en conjunto con la dirección de Mercados y Comercio Interior del ayuntamiento ya se encuentran analizando el tema.
En el caso del mercado 5 de Mayo, detalló que debido a que se encuentra la zona de pescados, los desechos de los mismos son tirados al drenaje, mientras que en la central de abastos son residuos orgánicos provenientes de los baños públicos, los cuales desembocan al drenaje y por consecuente al rio Atoyac.
“En 2017 buscamos instalar más trampas de grasa, pues la descarga proveniente de la comida que conlleva contaminantes y grasas, es lo que hacen más difícil al concesionario o al Soapap que sus plantas de tratamiento puedan cumplir con la norma 01 de la Semarnat”, declaró.
Refirió que los costos para instalar una trampa de grasa pueden variar, dependiendo del grado de contaminación que produzca un mercado, por lo que es necesario ver cuánto presupuesto se destina para ello, pero –aseguró– tratarán que sean las más posibles en lo que resta de la administración.
Cabe mencionar que una trampa de grasa es un dispositivo especial que generalmente se utiliza para separar los residuos sólidos y las grasas que bajan por los artefactos de lavado y de preparación de alimentos en restaurantes, hoteles, negocios de comidas rápidas, plantas de producción y en diferentes aplicaciones y procesos industriales. Esto con el fin de proteger las instalaciones sanitarias.
