Fernando Aportela o Sánchez Kobashi

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que tómelo con reserva pero trasciende que si el gobernador electo de Puebla, José Antonio Gali Fayad, no consigue que su amigo y ex jefe en el SAT, Raúl Sánchez Kobashi venga a Puebla como secretario de Finanzas y Administración, no habría que perder de vista a Fernando Aportela Rodríguez.

Sí al que fuera subsecretario de Hacienda y director de área del gabinete económico del presidente Enrique Peña Nieto, pero que además estudió en el Instituto Oriente de Puebla antes de hacer la licenciatura en Economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y el doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Fernando Aportela fue subsecretario de Ingresos del estado de Veracruz, subdirector de Banca de Inversión de Protego Consultores Financieros y presidente ejecutivo del Fondo de Infraestructura Evercore México, dedicada al financiamiento de proyectos de infraestructura a nivel nacional, a través de alianzas Público-Privadas.

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Por cierto.

La hermana de Fernando, Gabriela Aportela Rodríguez, es funcionaria de la Secretaría de Finanzas y Administración del estado.

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Provoca doble festejo el TEPJF

Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, indica que el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que ratificó el resultado de la elección de gobernador del pasado 5 de junio, y que confirmó con ello a José Antonio Gali Fayad como mandatario electo, fue motivo de festejo entre los integrantes del equipo compacto del próximo inquilino de Casa Puebla.

Ni los asesores de Gali ni el otrora candidato de la alianza Sigamos Adelante, que sumó a los partidos PAN, Nueva Alianza, PT, PSI y Compromiso por Puebla, tenían dudas acerca de la ratificación que fallaría el tribunal una vez que desahogara todos los recursos de impugnación promovidos en contra del resultado electoral, pero eso no impidió que el miércoles, cuando se hizo oficial el resolutivo, brincaran de gusto allá en las oficinas del Circuito Juan Pablo II.

Una vez desechados los últimos cuatro recursos jurídicos, que pretendían anular el resultado de los comicios y que fueron promovidos por dos partidos políticos, PRI y Morena, y dos ex candidatas al gobierno del estado, Ana Teresa Aranda y Roxana Luna Porquillo, Gali fue declarado oficialmente gobernador electo.

Eso fue lo que derivó en una celebración no solo entre los colaboradores del abanderado ganador, sino también entre los miembros de su familia.

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Puñalada perredista a Moreno Valle

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala que primero fue en Acción Nacional donde iniciaron los golpes contra el gobernador, quitándole a su operador político de la vicecoordinación en San Lázaro.

Sin duda, un certero embate político que cimbró al morenovallismo, al grado que fue necesario quemar un cartucho contra Anaya, detonando el tema del gasto por tener viviendo a su familia en el extranjero.

En el equipo de Ricardo Anaya no hay dudas sobre la autoría de esta filtración, la cual representa una nueva declaratoria de guerra.

El problema para Moreno Valle crece cuando otros de sus supuestos aliados empiezan a abandonar el barco.

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Dirigentes del SNTE conspiran para que Cirilo Salas no sea titular de la SEP

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que Antonio Gali Fayad en campaña ofreció que el próximo titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) será un maestro de carrera como una manera de satisfacer a las bases del magisterio. Un candidato a ocupar esa posición es el ex secretario general del SNTE 51 y actual diputado local, Cirilo Salas Hernández, pero resulta que de manera sorpresiva quienes más se han opuesto a ese posible nombramiento son las cúpulas de las dos secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que habrían llegado a externar que no les importa que se eche abajo el compromiso de colocar a un docente en ese puesto, a cambio de que no se designe al legislador en cuestión.

El anterior es uno de tantos rumores que se han desatado en los corrillos del sector educativo como parte de la disputa por el control de la SEP y el relevo en las dirigencias de las secciones 23 y 51 del SNTE, mismas que habrán de renovarse a finales del presente año.

Hasta no hace mucho, Cirilo Salas parecía el candidato idóneo para ocupar la SEP: tenía una relación cordial con las dirigencias locales y nacional del SNTE, ha sido un disciplinado miembro del grupo morenovallista y es un maestro de carrera, conocido ampliamente en las bases del magisterio.

Ahora parece haber cambiado esa condición, pues se dice que los dirigentes de las dos secciones del SNTE habrían externado al gobernador electo que estarían de acuerdo en que Patricia Vázquez del Mercado Herrera siga al frente de la SEP en la próxima administración del Poder Ejecutivo, como una manera de evitar la llegada de Cirilo Salas.

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Blanca suma otra derrota: no hubo “violencia política de género” según el TEPJF

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, señala que el año horribilis de Blanca Alcalá terminó con otra derrota, en este caso jurídica, que se suma al fracaso electoral de junio. Hace dos días la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avaló por unanimidad la victoria de Antonio Gali Fayad por más de 11 puntos. Pero con la mira puesta en 2018, la senadora buscó una reivindicación histórica a su tremendo fracaso ya que sabía que no había ninguna posibilidad de que los magistrados electorales anularan el resultado. Pero tal reivindicación histórica nunca llegó.

Con el apoyo de sus padrinos y socios, la senadora buscó afanosamente que en el fallo resolutivo se incluyera el reconocimiento expreso de que en la elección poblana sufrió ‘violencia política de género’, o bien, cualquier cosa que esto signifique. Pero no hubo tal: dado que el concepto ni siquiera existe jurídicamente —apenas se aprobó una jurisprudencia—, no hay ningún tipo de precedente al respecto y en fallos previos quedó claro que no ocurrió, por lo que los magistrados electorales rechazaron de plano entrar al estudio.

Quizá por solidaridad de género, quizá por la tendencia de sus fallos propriistas, solamente la magistrada María del Carmen Alanís se adhirió a la tesis de la ‘violencia política de género’ en un voto concurrente que no tiene mayor trascendencia que la anécdota para platicar a sus nietos. En la realidad electoral y en la resolución jurídica, Blanca no podrá recurrir a la justificación histórica de haber perdido por la ‘violencia política de género’ en su contra.

No tuvo muchos argumentos la magistrada Alanís para explicar la chambonada de emitir un voto concurrente. De entrada, reconoce que si la hubo, la ‘violencia política de género’ no fue tan grave como para anular la elección. Y que si la hubo, quien más la sufrió fue la candidata independiente Ana Teresa Aranda, a quien le fue obstaculizado su registro de forma sistemática. Pero Blanca no es la heroína de la película.

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¿Homicidios o Feminicidios? La Duda que Mata

Mario Alberto Mejía en su columnna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que Juan Manuel Mecinas está escribiendo un largo ensayo sobre un viejo dilema: ¿feminicidios u homicidios?

Su mirada —notablemente alimentada por sus estancias en la Complutense de Madrid, Harvard y Heidelberg— será polémica como muchas de las posturas que mantiene sobre los más diversos temas.

En una conversación reciente sobre el gran clásico de Sergio González Rodríguez —Huesos en el desierto— y sobre la gran novela de Roberto Bolaño —2666—, Mecinas aseguraba que los 400 asesinatos de mujeres ocurridos en Ciudad Juárez en los años noventa tuvieron un contexto singular: una trama macabra en la que participaron homicidas, policías y autoridades locales y federales.

Fue una trama de omisiones, complicidades y silencios, como lo planteó en su momento González Rodríguez.

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