A través de uno de los asiduos lectores de esta entrega semanal me envió un twitter donde sugería el abordaje del caso recién pasado en Fabero (León, España) y que a partir del martes 18 de octubre inunda las redes sociales.
Los hechos se vuelven indescriptibles, llenos de odio en contra del ex novio de la protagonista de esta historia. Afirmo que son hechos que, en cualquier parte del mundo se pueden suscitar, pero ellos denostan y avergüenzan al género femenino.
Te preguntarás ¿por qué?, pues, si somos millones de mujeres que buscamos una mejor sociedad, un mejor entorno; vivir en armonía, ejerciendo nuestro derecho civil y democrático y, con acontecimientos de una mujer -pienso- fuera de sus cabales y, portadora de algún trastorno de personalidad y llena de maldad, logra que el gremio masculino nos satanice por su terrible actitud.
Los hechos, se remiten al pasado 18 de octubre, cuando Vanesa Gesto García de 36 años, señala a su ex novio de secuestro y agresiones a sus órganos sexuales y, el diario español EM Crónica cita
“Vanesa Gesto García urdió su farsa contra Iván con este relato: Me raptaron. Me llevaron a la bodega de mi exnovio. Allí, él me desnudó. Sentí algo caliente abajo. Pensé que era semen. Después me di cuenta de que escocía. Me había echado pegamento en la vagina. Luego me dejaron abandonada. Busqué ayuda. Ese fue su relato de lo sucedido en las primeras horas del martes 18 de octubre.
Con pequeñas variantes que fue relatando a la Policía, a distintos medios de comunicación, a la Justicia. Ya en su pueblo leonés, Iván era un apestado. Un maltratador. Desde que se habían dejado, hace un año, cargaba con siete denuncias por violencia de género. Por ellas, Iván, discapacitado visual, ha pasado ocho meses en prisión preventiva. Cuando salía de la cárcel, le volvía a acusar. El lunes 17, pocas horas antes, lo habían liberado”.
Pero estos hechos como muchos otros, hicieron vibrar a la sociedad, porque las investigaciones siguieron y cuál sería su sorpresa que ante una investigación exhaustiva de las autoridades españolas, se dieron cuenta que la misma VANESA la tarde anterior había ido a comprar a una tienda china, todo lo necesario para su secuestro: “medias negras (para taparse los ojos), cinta adhesiva, y el pegamento.
La policía encontró hasta el ticket de la compra y el contenido del video de las cámaras de la casa de él y se veía que el único vehículo en circular entre la supuesta hora de los hechos (medianoche y 4.30 am) fue el camión de basura y no “un coche negro de tres puertas que dijo Vanesa”.
Los investigadores también se sorprendieron por otro detalle. Vanesa contaba con un dispositivo GPS. Iván tenía una pulsera de localización que permite conocer si se acerca a ella a menos de 200 metros. Si se vulnera ese límite, emite una señal directa a la Policía. Descubrieron que estuvo apagado, por propia voluntad, desde las 15:30 horas del lunes. “No lo bajé porque durante el secuestro sólo había ido a pasear al perro”, argumentó ella.
Con todas estas señales de una inminente mentira, Vanesa fue descubierta en sus mentiras. Las siete denuncias interpuestas por Vanesa en contra de Iván Rico, fueron analizadas y calificadas como inventadas. Su abogada abandonó el caso y la verdad salió a flote.
VANESA BUSCÓ POR TODOS LOS MEDIOS QUEDARSE CON LA PENSIÓN DE INCAPACIDAD , o más bien capacidad diferente por haber perdido el 70% de la visión en años anteriores.
Una historia de horror. Una historia que la sociedad mal juzgó en un primer tiempo, por el hecho de que la supuesta víctima era mujer. Una historia que a ti y a mí nos parece macabra pero, apuntala la premisa que la JUSTICIA TARDA PERO LLEGA.
Te invito, que si eres mujer, defendamos nuestros derechos, pero no olvidemos las obligaciones que tenemos. El poder, se vuelve un arma a veces mortal. No la usemos en nuestro perjuicio, porque por UNA, PAGAMOS TODAS. AL TIEMPO.
@mayrusmayrus7
@divandelamujer
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