Silvano Aureoles Conejo se hace para atrás. Tras múltiples y aún recientes declaraciones de guerra en contra de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y de respaldo a la reforma educativa promovida por la administración federal, Silvano Aureoles, gobernador constitucional de Michoacán, reconoce que la culpa del rezago educativo en la entidad, obedece a múltiples factores incluido “el abandono que ha habido del gobierno”.

Criticado por el cambio de rumbo, quienes “tienen memoria” (goo.gl/AebpOR) rememoran las afectaciones causadas por un movimiento de resistencia en contra de la reforma educativa y no se explican las causas de un acuerdo entre las partes, cuya finalidad permitiría recobrar la gobernabilidad de la entidad.

Agobiado por las tomas de instalaciones, casetas, carreteras y vías férreas, el incremento de la inseguridad y la violencia, el fortalecimiento del crimen organizado, las revueltas generadas por egresados de escuelas normales que demandan plazas automáticas y ante una organización magisterial que se creciera al castigo a pesar del encarcelamiento de algunos de sus dirigentes, Silvano reconsidera.

Pide sostener un diálogo que fortalezca coincidencias y discuta las diferencias “para llegar a los acuerdos necesarios que permitan avanzar en la transformación del sistema educativo” (goo.gl/AebpOR). Se reúne con la Coordinadora en la casa de gobierno, escucha la propuesta para establecer un “programa democrático de educación y cultura para el estado de Michoacán (Pdecem) y se compromete a formar “una comisión de trabajo bipartita para la construcción de un proyecto integral y con ello diseñar juntos la organización de un nuevo Congreso Estatal Popular de Educación y Cultura como lo solicitó el magisterio”.

Herramienta fundamental para la transformación social y que tiene que contribuir a la construcción de una nación justa, democrática y soberana, de igual manera tiene que formar hombres cultos, críticos, reflexivos, creativos, conocedores de la historia, conscientes de la realidad económica, política, social, cultural y ecológica y con la disposición y conocimientos necesarios para transformarla para el bien común” (goo.gl/uaQ2GI).

La educación es para la CNTE, un instrumento de liberación nacional opuesto al proyecto educativo neoliberal adoptado en México, señalan en el Pdecem, a partir de la administración de Carlos Salinas de Gortari.

En la propuesta (goo.gl/uaQ2GI), la CNTE postula que “la educación será: Obligatoria, gratuita, laica, universal, integral, democrática, popular, patriótica, equitativa, pertinente y humanista“, científica, integral, formadora de sujetos cultos, democrática, popular, equitativa, pertinente, humanista. Adicionalmente, en la exposición que realizaran ante Silvano demandan una nueva “Ley General y Ley Estatal de Educación y Cultura”.

El establecimiento de una nueva normatividad y “la democratización de la estructura y funcionamiento de la administración educativa”, recursos suficientes y a tiempo con “aplicación eficaz, eficiente y transparente”.

Exigen, con otras palabras, respeto a los derechos laborales adquiridos y a la bilateralidad establecida en los ordenamientos laborales, incluidos los derivados de usos y costumbre, derechos previos a la aplicación de una nueva normatividad derivada de la Ley General del Servicio Profesional Docente (2013) que incluyen los procesos de ingreso, permanencia y promoción.

Plantean el “tránsito del docente a educador popular, poniendo en el centro la comunidad y la escuela”, el diseño de una nueva economía y una nueva cultura que permitiera restablecer “la soberanía comunitaria” a partir de la reestructuración de las relaciones sociales de producción, propias de las comunidades indígenas.

Sin duda y para considerar, un proyecto alternativo de educación elaborado, como lo señala la CNTE en el Pdecem, basado en valores que son comunes a mexicanos y mexicanas y en el que la palabra soberanía nacional tiene sustento frente al imperialismo.

Que prioriza el bienestar de la colectividad y el rescate de la riqueza nacional sobre el éxito personal y la enajenación de la patrimonio nacional a empresas transnacionales; en el que la cultura popular se reivindica frente a la vulgarización del conocimiento propiciado por la televisión y los medios masivos de comunicación. Valores en los que derechos individuales que se adquieren y se conservan por ser parte de la comunidad.

Sin embargo, Silvano no la tiene fácil. O elige apostar por la gobernabilidad de Michoacán, llega a acuerdos con la CNTE y como consecuencia con los egresados de las escuelas normales que demandan el ingreso automático al servicio docente u opta por mantener una alianza gubernamental, que le garantizaría obtener recursos económicos y apoyo en torno al restablecimiento de la seguridad social.

A corto plazo requiere tanto del apoyo extraordinario de la federación para garantizar el pago de los noventa días del aguinaldo, la prima vacacional de fin de año, el pago a terceros institucionales y de prestaciones pactadas localmente, así como de la tranquilidad social que permita el restablecimiento de la economía de la entidad que gobierna.

La propuesta educativa de la CNTE está en pie. Se enfrenta a la oficial como una visión contrapuesta originada en un proyecto de nación que difiere del impulsado por el grupo gobernante. Silvano se encuentra entre la espada y la pared, no puede quedar bien con dios y con el diablo.

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