El investigador de la BUAP, Miguel Ángel Damián Huato, señaló que para garantizar la seguridad alimentaria se deben modificar las políticas públicas destinadas al campo, siendo la revaloración de la milpa una de las propuestas estratégicas.
Durante su ponencia “La incidencia de las políticas públicas en la producción y la seguridad alimentaria” dentro del foro “Derecho a la Alimentación y Defensa del Territorio” organizado por el PRD en Puebla, cuyo objetivo es crear y presentar una propuesta alternativa para la aplicación del presupuesto estatal, destacó que “no hay ninguna perspectiva de que el presupuesto del campo se mejore con gobiernos neoliberales”.
Lo anterior porque señaló que los mismos benefician a las empresas trasnacionales de agroquímicos y ven a los campesinos como “ignorantes”, cuando tienen generaciones sembrando la milpa y cuentan con técnicas muy valiosas.
El investigador del Centro de Agroecología y Ambiente del Icuap indicó que las autoridades en los últimos 35 años han beneficiado a la llamada agricultura empresarial, que utiliza un gran número agroquímicos, marginando a la que se conoce como campesina, con la justificación de que disminuiría la marginación, pero ello no ha sucedido.
Reiteró que dicho modelo de gobierno “quiere destruir el campo mexicano”, pues su lógica –desde 1982– es apoyar a los grandes productores, llevando al “desplome” de la agricultura campesina al pretender desaparecer a pequeños productores, entre ellos, los milperos.
“Las políticas públicas han favorecido sólo al 5 por ciento de productores, en ellos se ha centrado el dinero (…) los grandes agricultores son beneficiados con grandes subsidios”, acotó.
Método productor-innovador
En ese sentido, destacó que regiones milperas están dejando de sembrar calabaza con frijol, por la política pública del monocultivo de cebada y maíz causando la erosión del suelo, pues –explicó—que la hoja de la calabaza suaviza la caída de lluvia en los sembradíos.
Precisó que aunque el derecho a la alimentación es la esencia de la política pública promovida por el gobierno, la cual se encuentra regulada en el artículo cuarto constitucional, así como el artículo 178 de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable,entre otras; en 2012 hasta el 40 por ciento de la población padecía inseguridad alimentaria severa o moderada, de acuerdo a datos del Coneval.
Por ello, ante un centenar de asistentes, presentó su propuesta de Modelo Productor Innovador (MP-I) enfocada a la creación de faros agroecológicos, donde se privilegie el sistema agrícola de la milpa, que sería la base de la seguridad alimentaria en el campo.
Damián Huato indicó que para instalar de 32 a 40 faros agroecológicos en los ocho distritos de desarrollo rural del estado de Puebla se requeriría un presupuesto anual de 15 millones de pesos, con los cuales se revisarán las técnicas que utilizan los productores de maíz de temporal más productivos para transferirlas a los campesinos con menores rendimientos, la cuales son agroecológicas.
En ese tenor, refirió que para los productores agrícolas el policultivo del maíz-calabaza-frijol ha sido un básico para conseguir el derecho a la alimentación.
