Columnistas-EduardoGarciaAnguiano

El componente subjetivo en opiniones es amplio, no es recomendable en investigaciones porque desvía fin principal.

¿Cuál es el balance a dos años de los acontecimientos de Iguala?

Sobre los hechos.- El Informe del GIEI dice: “Las actividades de boteo y toma de autobuses han sido práctica tradicional de los estudiantes de diferentes escuelas normales de México”. La palabra “toma” tiene una apreciación no legal sobre los hechos sucedidos que se califican como: robo de autobuses, privación ilegal de la libertad de sus operadores, asociación delictuosa y obstrucción del servicio público.

En el segundo informe se lee que hubo coordinación de distintas policías para agredir estudiantes, lo que es una conclusión extralegal y alejada de los hechos, ya que en ese preciso momento las policías se coordinaron para detener a presuntos culpables de los delitos mencionados, no para custodiar “toma” de autobuses.

Si más tarde los detenidos fueron golpeados, asesinados o desaparecidos en vez de puestos a disposición del ministerio público, las imputaciones son para quienes los aseguraron, no para los que se enteraron o apoyaron el operativo de restablecimiento del orden, en todo caso son testigos y habría que determinar si ocultaron alguna información. Con la misma lógica: si alguien compra un automóvil y atropella a una persona al salir, el responsable del incidente no es el agente que lo acaba de vender ni el equipo de ventas, sino el conductor.

Sobre las investigaciones.- El GIEI indagó derivaciones del caso: la investigación y la pericial, mas no las causas: la relación entre gobiernos municipales y el estatal con el crimen organizado, por ello no hubo recomendaciones para sanear estructuras policiales y políticas locales y estatales de ese entonces, con ello el GIEI contribuyó a esconder responsabilidades, no obstante que el Acuerdo internacional suscrito entre las partes era para asistencia técnica y coadyuvancia con las autoridades mexicanas, como lo expresó el numeral 6.3.

Se cuestionó que en el muladar de Cocula hubiera existido fuego controlado, lo que desmintió el peritaje del Grupo Colegiado de Expertos en Materia de Fuego, amén de los elaborados por la PGR.

Investigar a individuos en grupo y sesgadamente lleva a una calificación subjetiva de hechos, las indagaciones e imputaciones se hacen sobre conductas concretas y, además, no augura nada satisfactorio si se continua politizando la investigación; priorizar sobre investigaciones individualizadas llevaría a otras conclusiones.

El escritor inglés George Martin expresó: “El diablo está en los detalles”.

@EGAnguiano

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

 

Sociólogo y Maestro en Administración Pública. Ha laborado en el gobierno federal y en gobiernos locales en áreas de gobierno y seguridad. Ha sido profesor en la Universidad de las Américas y del...