Experimento descarta verdad histórica de Ayotzinapa. Foto: Sciencemag
Experimento descarta verdad histórica de Ayotzinapa. Foto: Sciencemag
Experimento descarta verdad histórica de Ayotzinapa. Foto: Sciencemag

La quema de los 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos” en el basurero de Cocula, la noche del 26 de septiembre de 2014 fue puesta en duda por un experto, apoyado en la teoría del perito José Torero.

En una publicación de la revista científica “Science”, John Lentini, investigador independiente experto en materia de incendios de Isla Morada, Florida, indicó que no existe la posibilidad de que los estudiantes de Ayotzinapa hubieran sido incinerados en el basurero de Cocula.

En el texto titulado “Experimentos de quema de cuerpos siembran dudas sobre la suerte de los estudiantes mexicanos desaparecidos”, indica que sus experimentos más recientes descartan de manera definitiva la explicación del Gobierno.

“Mediante el uso de cadáveres de cerdos en sustitución de cuerpos humanos, José Torero, un experto en incendios de la Universidad de Queensland, Santa Lucía, en Brisbane, Australia, incineró hasta cuatro cerdos a la vez y determinó que la hoguera necesaria para consumir unos 43 cuerpos no podría haber ardido en el basurero”, explica.

Fuego no consume restos por completo

En el experimento de Torero, “su equipo incineró sistemáticamente cuerpos de cerdos. Incluso utilizando 630 kg de madera para un único cerdo de 70 kilogramo, todavía se advirtió la presencia de un 10 por ciento de la carne del cerdo después de que el fuego se consumiera”.

En la revista se indica que para incinerar 43 cuerpos de un tamaño similar se hubieran necesitado más de 27 mil kg de madera; y cuando Torero acudió al basurero no observó ningún tipo de marcas.

Mencionó que “Torero también quemó hasta cuatro cuerpos de cerdos al mismo tiempo a fin de determinar si la grasa corporal podría haber servido como combustible para el fuego, facilitando la incineración total; sin embargo, los investigadores advirtieron que cada vez que se agregaba un cuerpo, la intensidad del fuego disminuía”.

En ese sentido, la revista concluyó que para quemar 43 cuerpos juntos se hubiera necesitado una cantidad mucho mayor de madera que si se los hubiera quemado por separado.