Del naranja al carmín solo hay un paso
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que en cualquier momento José Juan Espinosa Torres podría anunciar su afiliación a Movimiento de Reconstrucción Nacional (Morena), para dejar en claro su simpatía con Andrés Manuel López Obrador por encima de Dante Delgado Rannauro, y también su intención participar como abanderado de este partido a la gubernatura de Puebla en 2018.
Por lo pronto el polémico presidente municipal de San Pedro Cholula ya comenzó a mudar de colores en su vestimenta, sustituyendo el color naranja de sus corbatas, chalecos y camisas por un tono rojo carmín.
Este color, que aparece en las letras del emblema de Morena, ya también se llevó a la nueva nomenclatura de las calles del Centro de San Pedro Cholula.
Dos son los vínculos principales de José Juan Espinosa con López Obrador. Uno es el jefe delegacional de la Cuauhtémoc en la Ciudad de México, Ricardo Monreal Ávila, y otro es el secretario de Comunicación, Prensa y Propaganda del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, César Yáñez Centeno Cabrera.
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Reculan los del CCE
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala que esta semana, aprovechando la ceremonia de lengüeteo de botas donde un grupo de empresarios integrantes del Consejo Coordinador Empresarial estuvo a punto del orgasmo para referirse al gobernador de Puebla.
El equipo de asesores en marketing político decidió utilizar estos discursos para hacer los spots donde hablan de Rafael como el mesías que debe llegar a Los Pinos.
La idea no sería mala si no fuera porque al interior del CCE ya se armó una fuerte división originada por el entreguismo de algunos de sus líderes y porque uno de ellos era, hasta hace muy poco, detractor de Moreno Valle.
Esta es la historia.
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Gobierno dejó a edil de Chalchihuapan sin derechos políticos y poder emplearse
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que el hostigamiento y la represión contra Javier Montes Bautista, el ex edil de San Bernardino Chalchihuapan, no acabaron con su excarcelación el domingo pasado, sino que ahora enfrentará la pérdida de sus derechos políticos, la posibilidad de no conseguir un empleo y está en riesgo, que por una infracción menor, pueda ser reaprehendido. Todo eso es parte de una estrategia del gobierno morenovallista para no cesar en la persecución contra el principal preso político del sexenio.
Todo indica que desde el gobierno se planeó que Montes Bautista pudiera salir de la cárcel mediante una rápida maniobra en la cual él no se percataría que era una trampa, y mediante un procedimiento en el cual el ex alcalde de Chalchihuapan queda anulado para encabezar un nuevo movimiento social o político.
Montes Bautista de manera absurda fue quien denunció la represión policiaca que sufrió su pueblo el 9 de julio de 2014 –en manos de la policía morenovallista, misma que provocó la muerte del niño José Luis Tehuatlie Tamayo– y acabó encarcelado, acusado de ser autor de los hechos de violencia. Si el ex alcalde auxiliar hubiera querido, si habría aguantado pasar unos meses más en el penal de San Miguel y recurrir al recurso del amparo, podría habar logrado su exoneración, luego de que eran endebles las pruebas en su contra.
Sin embargo, es sentenciado a cuatro años y dos días de cárcel y se le da la oportunidad de salir rápido de la prisión, mediante el pago de 30 mil pesos, y sin darse cuenta de que no era lo más conveniente y ahora enfrentará a una especie de privación de su libertad fuera de prisión, ya que quedó limitado en el ejercicio de sus derechos.
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Los “renglones torcidos” del PAN en Cuautlancingo
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, señala que es el poder tras el trono en Cuautlancingo, municipio gobernado por el PAN. Ejemplo nacional.
La mano que mece la cuna.
Lo mismo autoriza palenques clandestinos que representa al alcalde ante el PAN o valida los acuerdos de inversión del gobierno municipal en Panamá.
Siempre asiste a las fiestas del morenovallismo, donde recibe instrucciones. A él le entrega cuentas la mismísima #LadyMoches, la regidora panista Micaela Quecholac Zárate, quien cobra diezmo a empresarios y vecinos del municipio, sin el menor rubor.
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Nadie quiere que Peña caiga, pero se puede caer
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, indica que en la entrevista que Peña Nieto concedió al director general de Milenio en el avión presidencial, por donde se vea es lastimosa. Uno de los periodistas más domesticados, regañando al presidente, casi gritándole, enfrentándolo en un tú por tú inesperado, revela la debilidad extrema del mexiquense.
Que yo recuerde, desde Ernesto Zedillo, no corría en las mesas de los mexicanos el chisme, anhelo, demanda, petición, exigencia, patraña de la renuncia del presidente de la República.
Nadie se atrevió a pedirla con Fox, pese a su abierta incompetencia.
Nadie se atrevió a pedirlo con Calderón, pese a los rumores de su alcoholismo y el genocidio de la guerra contra el narcotráfico.
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Los Nuevos Protagonistas del Escándalo: un Notario, un Constructor, un Periodista
Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, señala que ¿por qué debería sorprendernos que alguien que engañó absolutamente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes nos quiera engañar ahora con el cuento de que vendió una constructora justo cuando le empezaban a llover contratos millonarios?
La sorpresa sería que no lo hiciera y que, en consecuencia, asumiera los riesgos legales con su nombre y apellidos.
Quien engaña una vez engaña siempre.
Se vuelve su ley de vida.