La situación que vive nuestro México no es fácil. Vemos estrategias en favor de abatir la pobreza, por fortalecer al tejido social y ayudar a los grupos vulnerables. En recientes días, en nuestra Puebla, fuimos víctimas de un evento natural, evento que arrancó vidas, separó familias, sepultó sueños e ilusiones, la intensa lluvia se llevó la paz de los pobladores. Como resultado, se implementaron planes y acciones de gobierno emergentes pero hasta hoy, no he visto planes ni acciones de gobiernos preventivos.
Estos días ha sido un tiempo de estrategia, de unir esfuerzos desde la sociedad civil organizada con los tres órdenes de gobierno. Así se trabaja para fortalecer el tejido social y ayudar a los grupos vulnerables, a los mexicanos que quedaron en el desamparo.
Tomo estas líneas reflexivas, no para poner el dedo en la llaga, sino para colocar el dedo en el corazón y en la razón. Veo dependencias; veo grupos políticos; veo actividad; ¿pero acaso te has llegado a preguntar, la causa de estos hechos? ¿Será acaso el evento natural sumado a la forma irracional en el abuso de la tala de árboles; en la ausencia de una conciencia de respeto a la naturaleza? ¿Conocerá la gente alguna campaña de cuidado del medio ambiente? ¿Se habrá proporcionado de manera estratégica políticas públicas en temas de salud, de vivienda, de cuidados ambientalistas, protección a los menores, sabiendo que es una zona vulnerable?
Pienso que todo esto ha sido, si no guardado en el cajón del olvido, sí abordado con muy poca fuerza. La desgracia la tenemos encima. La labor es, unir esfuerzos desde todos los órdenes de gobierno más la sociedad civil organizada; implementar políticas y acciones de prevención; emergentes; donde la sociedad sea tomada en cuenta y seamos todos quienes construyamos en favor de los grupos vulnerables.
Hoy, la sociedad civil organizada, está ampliando los límites de las posibilidades. Va en crecimiento el apoyo a este grupo de Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), quienes desde hace veintitrés años han existido con el único objetivo de ser instrumentos de contrapeso en la toma de decisiones y desde ahí, impulsar las políticas de la corresponsabilidad; donde el hacer y el quehacer adquieran un sentido solidario, crítico, de experiencias compartidas, de compromisos en el eje que se entienda como la construcción de la sociedad en favor de quienes más lo necesitan; impulsando la cultura de paz, equidad, democracia, inclusión, desarrollo y prosperidad.
El fin último, es acortar las brechas para quienes más lo necesitan; volvernos los ojos y la voz de quienes no han sido escuchados. Las OSC se han constituido como la plataforma más reconocida e importante de vinculación e interlocución entre el gobierno y la sociedad civil. Son ellas quienes tienen el pulso de la sociedad, de las comunidades, conocen las carencias y las necesidades.
Escuchaba en días pasados, justo en el marco del Reconocimiento a las Organizaciones de la Sociedad Civil (Impacto y Compromiso Social), una frase que en verdad me hizo vibrar “necesitamos romper los nudos de exclusión que impiden el desarrollo y la igualdad”. ¡Claro Que necesitamos romper este nudo! es esta exclusión la que NO nos permite transitar por la misma senda.
Es esta la exclusión de la que estamos cansados. Si queremos avanzar; si queremos crecer como sociedad, necesitamos hacerlo para generar mejores condiciones de vida, para vibrar en la misma frecuencia, la del empoderamiento de los nuestros, la de la paz; de la congruencia; en sí la de la corresponsabilidad.
La sociedad civil organizada, tiene un rumbo prometedor; responder en los órdenes de responsabilidad, capacidad de compromiso que implica el crecimiento y, por último, ir de la mano del gobierno para que a través de la toma de decisiones fortalezca al tan mencionado tejido social y los grupos vulnerables.
Desde esta trinchera, te felicito a ti, que has contribuido a la conformación del México que todos estamos deseando.
@mayrusmayrus7
@Divandelamujer
@enlaceenmov
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