El gobierno del Puebla tiene que invertir en tecnología para hacer más eficaz el sistema meteorológico y capacitar al personal, porque el actual se limita a alertar a toda la Sierra Norte, pero no precisa los municipios que serán más afectados.
Así lo aseguró José Juan Zamorano Mendoza, catedrático de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la Upaep, quien afirmó que ya se tenía conocimiento de que la trayectoria de Earl y su impacto, por lo que se pudo alertar a la población “con 15 o 30 minutos de anticipación”.
En entrevista con medios de comunicación, lamentó que el sistema meteorológico del estado alerte a toda la zona sin precisar los municipios que se verán afectados, porque “no se puede evacuar a toda la Sierra Norte”.
En este sentido, aseveró que en la entidad poblana hace falta tecnología, así como un radar meteorológico, el cual precisa la zona que se verá afectada por una tormenta tropical, y evacuando a tiempo para evitar las pérdidas humanas.
“Querétaro es el único estado que tiene un radar, (…) además existe tecnología meteorológica de monitoreo que trasmiten la información vía radio e internet y se actualiza cada en 15 minutos” informó Zamorano Mendoza.
Debe haber simulacros
Insistió la administración estatal debió renovar el sistema y tener uno similar como el que monitorea los movimientos sísmicos, “que cuenta con alerta de minutos”, además de capacitar a las brigadas de rescate y personal a cargo, y hacer simulacros para calcular tiempos y saber qué hacer en este tipo de desastres naturales.
Por su parte, Luis Andrés Cabrera Mauleón, director de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), indicó que la estación meteorológica en Huachinango registró su nuevo máximo histórico para agosto: siendo de 165 milímetros por día, cuando lo máximo era de 130 milímetros, generando las inundaciones.
Mencionó que se debe hacer conciencia en la población para guiarse por el ordenamiento territorial a fin de evitar tragedias como esta.
“Cada año suceden los mismos problemas en las mismas zonas que se ven devastadas por deslaves, sequias, heladas y granizas, teniendo pérdidas humanas y económicas”, concluyó.