Roberto Gil Zuarth, presidente del Senado responsabilizó a la administración federal del nuevo aumento en el precio de las gasolinas y aseguró que el incremento obedece a su “interés recaudatorio y no al entorno internacional adverso”.
Tras la inauguración del Parlamento Juvenil que se desarrolla en el Senado, Gil Zuarth señaló que el gobierno “abusó al utilizar la banda de flotación aprobada por el congreso en la pasada reforma energética”.
El legislador panista, insistió en que la administración actual optó por aplicar un impuesto a los ciudadanos porque “no ha podido implementar correctamente la reforma energética”, la cual pretendía atraer inversión.
“Lo que está haciendo el gobierno es irse a los límites superiores con el propósito de recaudar dinero y eventualmente cerrar su brecha de gasto público, lo que debe hacer es ajustar su gasto en lugar de cargarle a los usuarios de los combustibles los costos de un mal ejercicio del gasto público (…) debe ser sensible a las circunstancias económicas que vive el país que es terriblemente complicada y compleja.
Cabe recordar que la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) confirmó que el aumento de la gasolina se mantendrá vigente en 2017, y en 2018 desaparecerá por lo que el precio dependerá del mercado.
Ciudadano enojado
Durante su discurso de bienvenida, Gil Zuarth llamó a enfrentar el mayor desafío político actual: la brecha del “enojo social” o “irritación social”, que no es otra cosa que una brecha entre las expectativas sociales y la capacidad de respuesta de las instituciones.
Explicó que en el país, “el ciudadano mexicano está enojado con la política tradicional. Está enojado con los políticos, con los partidos políticos, con las instituciones políticas” y ante ello, aseguró, hay que dar respuesta a las expectativas ciudadanas a través de las instituciones y no con “varitas mágicas”.
“El liderazgo es hacer política pero sobre todo hacer política con sentido de bien, con valor pero también con valores. Y la política es la acción colectiva, razonada y razonable, bajo procedimientos de decisión que dejen satisfacción a los participantes, no solamente por el resultado sino también por la legitimidad del propio proceso de toma de decisiones”, insistió.
Fuente: Crónica
Editado por: Ricardo Guerrero