En Idlib, Siria, helicópteros arrojaron cilindros que contenían cloro, explotaron e intoxicaron a 30 personas, matando a siete; se manejan dos versiones sobre los responsables, la primera, que estarían vinculados a un grupo terrorista.
Mientras que la oposición siria, conocida como el Consejo Nacional, aseveró que los ataques fueron planeados por el gobierno de Bashar al-Assad.
Lo anterior, porque anteriormente se había dicho que Siria fabricaba armas químicas y en 2002, Estados Unidos le acuso de ostentar y desarrollar armas químicas.
En tanto, en 2013, la ciudad de Damasco fue escenario de un ataque de armas químicas, aunque en ese mismo año, Siria ratificó la Convención de prohibición de armas químicas.
Rusia se deslinda
Sin embargo, medios internacionales, e incluso SANA, aseguraron que las armas químicas fueron hechas en Iraq y utilizadas por un grupo terrorista, aunque no se sabe cuál.
De acuerdo con la agencia de noticias siria (SANA), la Defensa Civil de Idlib reportó que se presentaron 30 casos de complicación respiratoria y al menos 8 personas con un grave nivel de asfixia.
El doctor Ibrahim al-Assad, quien atendió a las personas heridas, aseguró que la mayoría tienen problemas para respirar, espasmos, irritación severa de ojos y complicaciones en los pulmones.
Por su parte, Rusia –a través de su oficina de prensa– ha asegurado que los ataques químicos no han sucedido y que todo es “invento” de los medios de comunicación, porque en primera instancia se le vinculó directamente con el incidente tras la caída de una de sus aeronaves cerca de la zona.
Fuentes: SANA, AlJazeera, The Guardian
Editado por: Yoselin Ivette Gamez || @yoselin_ivette