“La actividad política, para nosotros y para todo político honrado, no es ni afán egoísta, ni aventura banal, menos es ocasión de saciar instintos bajos con desenfreno bestial. Es actividad noble, actividad empapada de consecuencias graves, actividad dirigida a una realidad viviente que merece respeto y que exige desinterés y generosidad.”  Efraín González Luna

Triste papel que la autoridad electoral continúa haciendo en Puebla, cuando creíamos haber avanzado nuestras leyes, instituciones y procesos a nuevos y mejores estadios de democracia, en Puebla somos testigos de un gran retroceso en la materia.

Luego de pensar que no sería superado el penoso caso del consejero presidente, Armando Guerrero quien se encuentra oculto tras haber mentido sobre poseer un título profesional y sus papeles y antecedentes que sirvieron para su designación como tal, fueron ocultados y desaparecidos por parte de quien lleva las riendas en el Congreso del Estado. El proceso electoral 2016 ha dejado al descubierto la poca independencia e imparcialidad con la que se conduce tan importante organismo.

Más allá de lo legal, que es muy importante, es preocupante que el “árbitro” de la contienda en Puebla hoy sea una vergüenza nacional y que lo sea, por la sospecha cada vez más clara de la obediencia al poder en turno en el estado, ya que a la vista de algunos analistas y periodistas la actuación del órgano electoral está en función de beneficiar intereses opuestos a la democracia, transparencia y legalidad.

Sin duda el resultado de la elección es contundente y da certeza sobre el ganador. Lo que contrasta con la actuación del IEE, sin embargo, no podemos dejar pasar que aunque seguramente el resultado sería el mismo, fue además de ilegal y reprobable, totalmente innecesario bajar a tanto el nivel el servilismo del Instituto electoral.

Cabe recordar que Acción Nacional fue un pionero en la creación del Instituto Federal Electoral (IFE) en una firme convicción de garantizar una institución autónoma que regulara, organizara y vigilara los procesos electorales en México, combatiendo precisamente la utilización del poder para incidir en los resultados electorales.

Acción Nacional ha defendido elección tras elección el juego limpio, las condiciones de equidad de los contendientes en los procesos electorales, al considerar que la ciudadanía gana al momento de que las instituciones y los sistemas electorales funcionan correctamente.

Por lo que la exigencia de contar con un organismo ciudadano que organice la contienda y que responda a los intereses de la democracia y no a otros, es una obligación, no una oportunidad según convenga a un grupo político aunque sea dentro de nuestras propias siglas.

En el pasado y en el presente, las aportaciones que nuestro partido ha hecho al sistema de partidos y a los institutos electorales dígase IFE hoy, INE (Instituto Nacional Electoral) siempre han estado inclinadas por salvaguardar los principios de la democracia como la legalidad, imparcialidad, equidad y transparencia mismos principios que hoy están siendo trasgredidos, ya que pareciera que en Puebla nos estamos regresando a la época de gobiernos totalitarios y antidemocráticos.

Recientemente, en la LXII Legislatura en los trabajos para reformar la Ley General de Instituciones y Procesos Electorales sobre las candidaturas independientes, los diputados federales de Acción Nacional propusimos, defendimos e impulsamos la aprobación de una ley que favorecía la participación de las y los ciudadanos.

En Acción Nacional nunca hemos dicho NO a la competencia electoral, por el contrario, promovemos que la sociedad participe en cualquiera de sus formas, más allá de cumplir con los procedimientos y los requisitos de manera exhaustiva de lo que se trataba era de dar oportunidad a la participación de la figura de candidatura independiente y de incentivar la participación en las elecciones.

Hoy el instituto Electoral del Estado de Puebla y el Congreso Local dejan mucho que desear con su actuación, y dejan muchas interrogantes que ponen en duda el respeto a la democracia en nuestro estado.

En materia de candidaturas independientes el espíritu del legislativo federal fue desconocido por el Congreso Local, aplicando candados a los aspirantes, hecho que evidencié en su momento. Luego vendría la penosa actuación del IEE en Puebla quien perdió más de 14 juicios frente a la primera candidatura independiente a la gubernatura del estado al intentar evidentemente obstaculizar su participación.

Los constantes yerros y retrasos en la tramitación de los asuntos por resolver entre el Instituto y el Tribunal Electoral fue denunciado por los magistrados, hecho que entorpeció significativamente el trabajo interinstitucional y lastimó la legalidad del proceso ante la opinión pública.

Los medios de comunicación dieron cuenta en repetidas ocasiones de la falta de asepsia y transparencia en el manejo del material electoral, el PREP (Programa Preliminar de Resultados Electorales) mostró problemas en su operación a las 9:30 de la noche de 5 junio cuestión que generó mayores suspicacias que las que se dieron ya durante los periodos de precampaña y campaña. Finalmente los conteos distritales mostraron como nunca, datos distintos al PREP, lo que “curiosamente” evidenció que el IEE se apostó a salvarle el pellejo a Compromiso por Puebla evitando que este partido perdiera el registro.

Partido, por cierto que además fue fundado (contra los propios estatutos) con panistas y por panistas, y que penosamente, algunos de sus fundadores, hoy los podemos verlos presentándose como leales y defensores de la institución que traicionaron, pero sin duda eso será parte de alguna otra entrega.

Como panista no puedo dejar de señalar la pésima actuación de esta autoridad electoral, ante la campaña que se avecina en el 2018, Puebla tiene una autoridad endeble, sumamente cuestionada por los yerros que rayan en lo grotesco.

Es tarea de todos, partidos políticos, poderes y ciudadanos exigir un instituto a la altura de lo que merecemos, Acción Nacional se fortalece al tener una democracia real en nuestro estado, al evitar la tentación de incidencia del poder sobre los resultados electorales y al lograr una mayor participación ciudadana en los procesos electorales.

Es necesario que el órgano encargado de organizar las elecciones, de garantías de saber y poder conducir el proceso de manera transparente, democrática y equitativa por el compromiso adquirido con los poblanos y por el valor que elección tras elección su actuación contribuya a la confianza de los ejercicios democráticos del estado y así, del país.

Esperemos aun cuando los consejeros serán los mismos en el próximo proceso para el 2018, corrijan su actuar tanto los presionados, amenazados y los que actuaron por conveniencia conscientes de lo que hicieron, tengan la valentía de defender los principios democráticos en favor de las y los poblanos.

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