Efraín Núñez/La Corte de los Milagros/e-consulta

 

Ahora que las votaciones atípicas de los partidos políticos ponen en evidencia posibles fraudes electorales, los resultados que el tricolor obtuvo el pasado 5 de junio en algunos municipios gobernados por ediles del tricolor deben tener boquiabiertos a sus operadores.

Por ejemplo, en Ajalpan el PRI tuvo una de sus caídas más dolorosas al pasar de 10 mil 532 votos en 2010 a 6 mil 748  en 2016, es decir, del 36 por ciento. Lo que sorprende es que en dicho municipio aumentó el voto a favor del PAN a 14 mil 39 votos cuando en el 2010 este partido obtuvo 9 mil 416. Su aumento fue del 49 por ciento.

En las votaciones locales de 2010 y 2013, así como en las federales de 2012 y 2015 el PRI tuvo votaciones variadas en este municipio que nunca bajaron de los 7 mil 638 votos, según el nivel de participación.

Los datos no tendrían mayor sorpresa si se pasara por alto que el PAN casi no hizo campaña por este municipio de la Sierra Negra, con altos índices de pobreza.

Otro ejemplo de la votación atípica del tricolor es Venustiano Carranza, donde el PRI pasó de 5 mil 162 votos en 2010 a 3 mil 116 en 2018. La caída fue del 40 por ciento.

Sin embargo, la votación de este partido se había mantenido similar en los procesos federal de 2012, donde obtuvo 4 mil 614 votos y en el local de 2013, en el que registró 4 mil 878 sufragios.

En contraste, el voto del PAN en dicho municipio se disparó de 3 mil 35 votos en 2010 a 8 mil 512. Es decir, registró un aumento del 180 por ciento.

En Coyomeapan la votación del tricolor pasó de 2 mil 713 en 2010 a mil 748 en 2016, lo que representa una caída del 35.6 por ciento.

Mientras que de registrar 2 mil 250 votos en 2010 el PAN obtuvo 3 mil 959 en 2016. Es decir, su votación aumentó 75  por ciento.

Una de las caídas más significativa para el tricolor se registró en el municipio de Eloxochitlán, donde pasó de 3 mil 100 votos en 2010 a 596 en 2016, es decir su decrecimiento fue del 80 por ciento.

En contraste el PAN pasó de 2 mil 42 votos en 2010 a 5 mil 651 en este año. Un aumento del 176 por ciento.

Un dato adicional es que estos municipios son gobernados por Gustavo Salomón Lara Torres, Rafael Valencia Ávila, Araceli Celestino Rosas y Delfino Hernández Hernández, ediles de extracción priísta, con lo que se demostraría que estos le jugaron a las contras a su propio partido.

La propia ex candidata a la mini gubernatura, Blanca Alcalá Ruiz denunció en campaña la traición del presidente municipal de Venustiano Carranza.

¿O acaso estos resultados son evidencia de las presiones a los ediles?

Ochoa el respiro para Estefan

No se equivoca Jorge Estefan Chidiac, líder del Comité Directivo Estatal del PRI, al afirmar que el arribo de Enrique Ochoa Reza a la dirigencia nacional del tricolor es una auténtica “bocanada de aire”. Lo es para su dirigencia cuestionada, con auspicio del gobierno de Rafael Moreno Valle, por los resultados del pasado 5 de junio.

En efecto, en el CDE la llegada del ex director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) genera confianza respecto a la permanencia de la actual dirigencia.

Y es que como lo apuntó el periodista Rodolfo Ruiz, tanto Ochoa Reza como Jorge Estefan forman parte del grupo ITAM o de los “financieros”, es decir, priístas cercanos al secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, del que también forma parte el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade Kuribreña.

Aunque resultó sorpresivo, el nombramiento tranquiliza las aguas, al tiempo que el propio Estefan se acerca con sus principales críticos al interior del PRI, como Enrique Doger Guerrero, quien después de un encuentro con el también diputado federal matizó su exigencia de renuncia.

Otros detractores como Juan Carlos Lastiri llaman a la unidad del PRI y al análisis profundo de las causas de la derrota, pero sin pedir la cabeza de Estefan.

Hay que decir que el discurso de unidad entre los priístas de Puebla será de dientes para afuera, pues la lógica que impera en la mayoría de estos después de los resultados adversos de la jornada electoral es el bajo golpeteo, lejos de prepararse para la elección del 2018 que está a la vuelta de la esquina.

Si el PRI no aprende de sus resultados adversos se augura otra derrota, pues ya se demostró que ante las coaliciones no tiene nada que hacer el voto duro de este partido.

Por otro lado, un escenario que cada vez cobra más fuerza es la posible candidatura de Aurelio Nuño a la gubernatura de Puebla en el 2018.

Aunque suene descabellado, no hay que descartarlo si entre los perfiles poblanos hay cada vez más enconos.

En corto

Cuentan en las oficinas del Instituto Electoral del Estado (IEE) que quien ya se desentendió del escándalo Compromiso por Puebla (CPP)  es el consejero presidente, Jacinto Herrera Serrallonga.

En los pasillos se menciona que el consejero no quiso enfrentar el escarnio provocado por la votación atípica de hasta el 600 por ciento de CPP y la revelación del video, donde se evidencia que las marcas que los ciudadanos supuestamente hicieron por Compromiso por Puebla no son consistentes con las del PAN.

Por esta razón, Jacinto Herrera exigió que fuera la secretaria ejecutiva del organismo, Dalhel Lara Gómez, quien diera la “explicación técnica” sobre el caso.

En el IEE dicen que la actitud de Herrera Serrallonga ya superó la prepotencia del célebre ex presidente, Armando Guerrero Ramírez, con quien al menos se podía dialogar. Y eso que Jacinto Herrera ha perdido de todas, todas ante los tribunales.

 

Para mayor información:http://archivo.e-consulta.com/blogs/corte/?p=8536

 

 

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...