Por Guadalupe De la rosa

México ocupa el noveno de 12 lugares en asesinatos a activistas ambientales en 2015, ya que registró cuatro casos en Morelos, Estado de México, Oaxaca y Chihuahua, señaló la organización internacional Global Witness.

El informe “En terreno peligroso” documenta en 17 países 185 casos –67 de origen indígena– en 2015, cifra que se elevó en 59 por ciento respecto al 2014.

En Morelos fue localizado el cadáver decapitado de Gustavo Salgado Delgado, dirigente del Frente Popular Revolucionario (FPR), quien participó en la defensa de la tierra y la vivienda en el municipio de Ayala y promovió movilizaciones a favor de los 43 normalistas desaparecidos en Guerrero.

El FPR responsabilizó de su muerte a las autoridades estatales y al gobernador Graco Ramírez; sin embargo, la fiscalía declaró que el homicidio se debió a un “conflicto entre particulares”.

En Chihuahua, fue baleado el exalcalde priista de Villa Ahumada, Alberto Almeida Fernández, activista de la organización campesina El Barzón, quien presentó varias denuncias ante la PGR por perforaciones ilegales de pozos del Rancho Santa Rita así como denunció el robo de energía eléctrica en predios donde se han desarrollado miles de hectáreas de cultivos al margen de las normas ambientales.

 

Matan a defensores del agua y la tierra

El indígena triqui, Julián González Domínguez, en Oaxaca, fue asesinado  por un grupo de hombres armados. En vida fomentó la defensa de tierras en la comunidad de La Brama Paraje Pérez. Antes había sido amenazado, al igual que otros vecinos de su localidad.

En el Estado de México, José Isabel Cervantes Ángeles, defensor de pozos de agua en Coyotepec fue apuñalado y encontrado un día después en un depósito de agua.

Era integrante de la Administración Ciudadana del Agua de Coyotepec, la cual mantenía disputa con el gobierno municipal por el control de los pozos de agua potable de la localidad.

El estudio “En terreno peligroso” resalta que los países a la cabeza de la “mortífera” lista son Brasil, Filipinas y Colombia con 50, 33 y 26 muertes respectivamente.

Además, declara que “el medio ambiente empieza a convertirse en un nuevo campo de batalla para los derechos humanos” por lo cual es necesario empezar a velar por los defensores de la tierra para lograr una supervivencia colectiva, pues “ellos son los guardianes de los recursos naturales del planeta”.

 

Fuentes: Rebelión, Animal Político, La Jornada, La Polaka, Contra línea y La Tlayuda

Foto: Telesur