Banner Programa

 Marco Aurelio Ramírez Hernández / Periódico Central
 
 
 
 
 
Luego de cinco años, dos meses y dieciséis días, fueron puestos en libertad Armando Ávila Pascual, Mario Valerio Gracida y Juan Carlos Leyva Martínez acusados por el exalcalde  de Santiago Miahuatlán, Juan Alcántara Balderas de ser responsables de los disturbios ocurridos en el municipio el 11 de abril de 2011, por los cargos de daño en propiedad ajena y asociación delictuosa, homicidio en grado de tentativa en agravio de las autoridades de ese municipio.
 
Los inculpados salieron por fin en libertad, luego de que las autoridades no pudieron corroborar su participación en la trifulca en la que el pueblo incendió y volcó una camioneta y un auto de la Policía, una pipa de agua, una retroexcavadora y otra camioneta particular,  luego de que intentaban linchar a tres presuntos delincuentes que tenían detenidos en la Presidencia.
 
Los ciudadanos asegurados por elementos de la policía estatal dos eran  jornaleros y otro velador de un invernadero, sin armas en mano, estuvieron más por curiosidad, que por protestar como la mayoría del pueblo de Santiago Miahuatlán.  Incluso, fueron detenidos antes de que los pobladores quemaran los vehículos.
 
Los disturbios iniciaron por la mañana, ellos tuvieron la suerte de estar a la hora y en el lugar del zafarrancho, entre pobladores enardecidos que protestaban por la actitud encubridora de la policía y autoridad municipal, que protegía de cierta manera a dos sujetos antes detenidos acusados de robo.
 
El fondo del problema para algunos vecinos a apuntaba a la inconformidad pos electoral. No admitían que el alcalde Juan Alcántara Balderas habría sido electo, el pretexto la creciente inseguridad. Para otros a solo unos días de gobierno era clara la protección a la banda de los “Guatemala”, muy amigos algunos de ellos del entonces alcalde. Estaban detenidos Angel Santos Guatemala y Juan Dameo Marcos y/o Juan Gonzalo Santos Guatemala.   
 
El hoy ex alcalde de Santiago Miahuatlán Juan Alcántara Balderas, al fin se presentó el año pasado y reconoció que los inculpados no eran los responsables, acercándose a la rejilla les dijo “perdónenme por haber hecho esto”.
 
Mientras en Santiago Miahuatlán el 11 de abril del 2011 el pueblo incendió y volcó una camioneta Ford Ranger y un Pointer de la policía, averiaron otros vehículos como una pipa para reparto de agua, una retroexcavadora, una camioneta RAM y otros daños
 
Más de cinco años a la sombra, por estar en el lugar y la hora equivocada
11 de abril de 2011/ 10:00 horas
 
Armando Ávila Pascual recuerda que iba a comprar un kilo de tortillas que le encargó su patrona Ofelia Fernández Trujillo, caminaba por el centro de la comunidad en Santiago Miahuatlán, cuando vio y escuchó que había problemas, que la gente se reunía. 
 
De un  auto con bocinas vecinos invitaban a reunirse para protestar; de pronto comenzaron aventar piedras a los policías estatales que estaban del otro lado, corrió de lado de los policías para tratar de protegerse, sin embargo se cayó y fue cuando entonces sintió que lo golpeaban y le daban punta pies, eran los estatales, quienes sin más lo arrastraron y tras esposarlo lo subieron a la patrulla, le pisaron la cabeza para que no se levantara.
 
Luego casi encima le echaron a Juan Carlos Leyva Martínez y minutos después a Mario Valerio Gracida, a éste último no dejaban de golpear los policías.
 
La patrulla se arrancó y los llevaron por la estación de PEMEX: “Ahora  no se la van acabar pendejos, esto les pasa por estar de calientes”, les dijeron y les prohibieron levantar la cabeza. Armando Dávila y Mario Valerio, preguntaban por qué les pegaban si ellos no habían hecho nada, como respuesta siguieron amenazas y golpes. Arrancó la patrulla y se fueron rumbo a Tehuacán, pero después escucharon que se los llevarían a Puebla.
 
Mario Valerio de oficio velador de un invernadero en San Francisco Ferrer, recuerda:
 
Salí de la chamba, llevaba una flecha de la bomba de agua para comprarla, iba en mi bici, pase por el centro, eran como las 10 u 11 de la mañana, escuché gritos y sonaron como cuetes, la gente corrió venían los policías, sentí en la espalda un fuerte golpe, me pegó una bola de donde salía gas, les grité a los policías que se fijaran, que tenían poca madre, que se fijaran contra quién lo hacían, se me vinieron encima, me golpearon, patearon, luego me echaron a una patrulla donde estaban tirados Armando Ávila y a Juan Carlos Leyva, nos pararon en PEMEX y de allí pisándonos las cabezas  nos llevaron para Puebla”.
“Son culpables, no se la van acabar”
Mario Valerio y Armando Ávila recuerdan que en Puebla los tuvieron incomunicados varios días,  los golpearon y les dijeron que se irían a la cárcel por unos 30 o 40 años. Luego se enteraron que  fueron detenidos antes de que la gente quemara las patrullas e hicieran otros daños, pero ellos estaban detenidos, eran culpados de algo que no hicieron,  aunque al parecer en un video aparecía Juan Carlos en la protesta, no quemando coches…
 
Días después llegó al separo donde estaban en Puebla, Juan Alcántara Balderas y Ana María Montiel acompañados de Angel Santos Guatemala y otra persona y solo los vieron:
 
Hablaron con una  de las personas que hacían escritos, luego nos dijeron que firmáramos.  Me dolió saber que Juan Alcántara Balderas me acusara de algo que no hice, porque él y yo nos criamos juntos, nos decíamos hermanos”, dice Armando Ávila.
Mario Valerio comenta:
 
Me obligaron a poner mi huella, no sé leer, ni escribir, me amenazaron que dañarían a mi familia, tuve miedo y coraje, se los dije a los de derechos humanos pero nunca hicieron nada en nuestro favor; luego estábamos presos en Tehuacán me enteré que mi esposa estaba grave, que le había dado diabetes, que mis dos hijos más pequeños habían dejado la escuela para ponerse a trabajar para ayudar a su mamá y que mis otros siete hijos aunque con sus responsabilidades con sus familias tocaban puertas, para pedir que nos ayudaran, pero nadie nos hizo caso, al contrario hubo gente de los juzgados que nos chingaron dinero y hasta el mismo presidente actual José Luis Flores les ofreció ayuda a mi familia desde que entró, lo único que hemos recibido fueron dos cajas con una bolsa de lentejas, otra de frijol y avena dizque es una despensa. Nadie nos ayudó del gobierno pedimos ayuda al gobernador no hubo respuesta. La esposa de Flores dijo que ayudaría para hacerle a mi familia unos cuartos y ahora que salí de la cárcel veo que son unos tubos montados sobre columnas que hicieron mis hijos, pero están sobre puestos amarrados con alambres, véala esa es la ayuda”.  
Infierno de engaños tras las rejas
A los acusados, se les abrió el proceso 80/2011, en el juzgado primero penal, careciendo de defensa particular y de oficio, no tuvieron asesoría legal, un funcionario de ese juzgado les pidió 30 mil pesos para dejarlos libres, las familias buscaron apoyo, se endrogaron, fueron estafados, la libertad no llegó, ni les devolvieron el dinero comentan familiares.
 
Las lesiones sufridas solas se curaron, el abogado del ayuntamiento actual de nombre Jael pidió una cooperación de 7 mil pesos, para gastos de la libertad de los acusados, nunca los ayudó y se desapareció con el dinero.
 
El alcalde les acabó pidiendo perdón por haberlos encarcelado
Armando Ávila y Mario Valerio comentan que fue gracias a la abogada Fabiola Mendoza Ramos que lograron salir, pero no sin antes sufrir las trabas legales como era que los supuestos agraviados, Juan Alcántara Balderas, evadieron durante más de 4 años los citatorios para que se careara con los inculpados,  les dieron una sentencia de 6 años y 20 días, sin embargo con base a la legalidad logró una reducción en la apelación y un amparo.  
 
El hoy ex alcalde de Santiago Miahuatlán Juan Alcántara Balderas, al fin se presentó el año pasado y reconoció que los inculpados no eran los responsables, acercándose a la rejilla les dijo “perdónenme por haber hecho esto”.
 
El futuro fuera del penal
Hoy con 62 años a cuesta, Mario Valerio agradece a Dios la ayuda que le brindó a través de la abogada Fabiola Mendoza, llora de impotencia al ver a la madre de sus hijos consumida por la diabetes y las penas de más de cinco años de sufrimiento e incertidumbre.
 
Armando Ávila, hoy con 42 años, espera tener la oportunidad de un trabajo y seguir adelante, hay gente que lo apoya como Doña Reyna, la abogada Fabiola y sus contados familiares. 
 
 
 
 
 
 
incendios forestales

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...