Por Álvaro Conrado
Imposible sustraer, imposible no hablar de los sucesos acaecidos en Asunción Nochixtlán, Oaxaca, el pasado domingo 19 de junio. Un día que se recordará en la memoria de los oaxaqueños que apoyaron el movimiento magisterial de los sindicalizados de la sección 22 de la CNTE.
Como éstos profesores, sus compañeros de Chiapas, Guerrero y Michoacán, a estas alturas, se muestran en franca disidencia, luchando por sus derechos laborales y oponiéndose a las reformas estructurales en renglón de la educación. Esa es su principal lucha, esa es la meta actual de los profesores oaxaqueños y por lo cual, luego de varios días de bloqueos, de resistencia civil y de improperios, fueron obligados a desbloquear la autopista Cuatnopalan-Oaxaca, a la altura de Asunción Nochixtlán.
El asunto raya en la ingobernabilidad y la desobediencia por una parte; y por la otra, en la falta de análisis y de capacidad de gestión por parte del gobierno, quien en manos del secretario de educación Aurelio Nuño Mayer, finge una fortaleza y dureza que no se pueden sostener.
Estemos de acuerdo en que no toda la ley es perfecta, que puede contener errores, los que se deben enmendar, por muy avanzada que sea la Reforma Educativa. Es importante tomar en cuenta los planteamientos de los profesores, de lo contrario se convierte la conducta en un monólogo y en un estado de barbarie irreflexiva ante la realidad.
Aurelio Nuño, en mi concepto, abusa de la representatividad que tiene al frente de la SEP, se arroga funciones y decisiones que no le son dadas. Ejemplo: sale a desmentir, eso es su spot en televisión, lo dicho por el presidente de la República un día antes, en el sentido de que había girado instrucciones a la Secretaria de Gobernación para establecer una mesa de diálogo y negociación con la CNTE.
Aurelio Nuño, arrogándose atribuciones, manifestó que en esa mesa de negociación, o dialogo, no se trataría ningún asunto relacionado con la reforme educativa, que sólo se trataría algún asunto de carácter político
¿Usted se imagina lo que dice, autorizaría el presidente Peña Nieto a Aurelio Nuño para hacer semejante declaración? ¿Estará el secretario de educación analizando el alcance de sus declaraciones, las que en ese contexto complican la solución del problema? Yo esperaría que sí, de lo contrario, no sólo Aurelio Nuño pagaría las consecuencias, sino hasta el presidente de la República.
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