Arturo Rueda /Tiemnpos de Nigromante/Diario Cambio

Con la derrota en 7 entidades federativas, la sucesión de Enrique Peña Nieto entró en crisis ya que el PRI se dirige hacia un naufragio inevitable en 2018.

Aplastado por una realidad electoral de la que no tuvo toda la culpa, pero de la que le toca asumir toda la consecuencia, Manlio Fabio Beltrones cayó bajo el peso de su propio mito.

 

De invencible y líder esperado quedó reducido a un dirigente que le tocó afrontar una derrota que le quita el PRI la ventaja territorial en una elección presidencial y los deja con la menor cantidad de gubernaturas en la Historia.

 

Por primera vez, luego del 5 de junio, las opciones diferentes al PRI gobiernan en más de la mitad de los estados —17—. El tricolor, cuando acabe la ronda de toma de protestas de estos nuevos doce mandatarios estatales, apenas gobernará 15 estados.

 

En el mapa político de México ya dejó de predominar el rojo. Pero la superficie territorial no es la peor noticia, sino el peso electoral.

 

De las 10 entidades con mayor padrón, el PRI sólo tiene tres: Jalisco, Estado de México y Oaxaca.

 

En ese listado de 10 entidades con mayor peso electoral, Acción Nacional tiene tres —Veracruz, Puebla y Guanajuato— y el PRD dos —CDMX y Michoacán—. Nuevo León es gobernado por un independiente y Chiapas por el PVEM.

 

¿Quién tiene la culpa de los descalabros del 2016?

 

¿La pésima calificación a Enrique Peña Nieto y el mal humor social de los mexicanos?

 

¿El terrorífico desempeño de gobernadores hampones como los Duarte, Borge y compañía?

 

¿La pugna sucesoria Osorio Chong-Beltrones?

 

¿La extinción inexorable de votantes del PRI?

 

¿Una mezcla de todo?

 

“Haiga sido como haiga sido”, el PRI afronta con auténtico pánico la elección del Estado de México del próximo año. Una alianza PAN-PRD los va a hacer morder el polvo, perderían el padrón electoral más importante del país y con toda seguridad se despedirían de las opciones de repetir en 2018.

 

Otra vez, se juntan los destinos de Eruviel Ávila y Enrique Peña Nieto.

 

El presidente, sin embargo, ha perdido el control de su sucesión apremiado por la amenaza creciente de López Obrador que avanza en todo el país.

 

En unos estados más o en otros menos, Morena es prácticamente la tercera fuerza política nacional.

 

El mal humor social nutre el voto AntiPRI.

 

¿Se equivocó Peña Nieto al escoger candidatos?

 

En el caso de Puebla sí: era Enrique Doger y no Blanca Alcalá.

 

Quizá en otros estados hayan ocurrido errores semejantes. El más flagrante fue Carlos Joaquín en Quintana Roo, bloqueado por el PRI los hizo morder el polvo postulado por una coalición PAN-PRD.

 

Con el desastre electoral del domingo, Manlio Fabio Beltrones dejó de ser una carta para la sucesión. Si Osorio Chong lo empujó al vacío, es probable que se trate de un disparo en el pie.

 

Los viejos mandarines como Beltrones o Gamboa Patrón lucen rebasados. No entienden al nuevo país.

 

La baraja del presidente Peña es reducida: si busca en su gabinete sólo encuentra a Osorio Chong. Si busca fuera, sólo aparece Eruviel Ávila que no ha sido su favorito ni el Edomex.

 

Videgaray es aborrecido y Aurelio Nuño imberbe. José Antonio Meade es anticlimático por más que lo vendan como la última coca cola del desierto.

 

El presidente no entiende que no entiende: la corrupción es la principal razón que está moviendo a México.

 

Es la bandera que impulsa a López Obrador.

 

Avanzar en las agendas libertarias como el matrimonio igualitario o elevar el consumo de marihuana le generó un escaso aplauso de los hipsters de La Condesa y fuertes críticas de los miembros de su partido. Hasta Armenta se rebeló.

 

La fragilidad de Peña Nieto, pese a todo su poder, es evidente mientras el tiempo corre para que tome decisiones.

 

Los mexicanos odian al PRI. ¿Qué hacer con ese odio?

Para mayor información:http://www.diariocambio.com.mx/2016/opinion/tiempos-del-nigromante/item/14943-el-odio-al-pri-y-la-sucesion-de-pena-nieto

 

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...