Por Víctor Flores @literatotanatol

En Puebla, fueron otorgadas 440 concesiones mineras a 13 particulares para extraer plata y oro, mediante la técnica de cielo abierto, que usa grandes cantidades de agua, además de ácido sulfúrico, químico letal para la salud y la biodiversidad.

Así lo señaló Silvia Villa Señor, coordinadora regional del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, quien agregó que los permisos fueron aprobados por la Secretaría de Economía, además de que 10 proyectos del total de las concesiones están en etapa de estudio del suelo, pero pasarán a la etapa de explotación, principalmente en la Sierra Norte del estado.    

Estas concesiones las tienen la empresa canadiense Alma del Mineral, que posee el 72 por ciento de los permisos, así como la Minera Frisco, de Carlos Slim, el Grupo Ferrominero, Peñoles, de Alberto Ballieres Gonzáles, entre otros.

En entrevista con Ángulo 7, explicó que la técnica cielo abierto consiste en extraer los minerales dispersos en la superficie mediante la “purificación” de la tierra con el uso agua en combinación de ácido sulfúrico y cianuro.
 
Detalló que de una tonelada de tierra sólo se obtiene medio gramo de oro, y por día se recaban 7 de kilos de oro, necesitando 18 toneladas de los químicos mencionados, mientras que de agua, por hora, se utilizan 250 mil litros. 

 

La tierra se convierte en desecho tóxico

Villa Señor abundó que después de obtener el metal precioso, la tierra es desechada y no recibe un tratamiento adecuado, además de que al entrar en contacto con los rayos del sol y con el oxígeno se convierte en desecho tóxico.
 
Se atenta contra los derechos humanos y contra la seguridad y salud de las comunidades, el cianuro en vapor se convierte en ácido cianhídrico, mismo que desgasta el tejido de la piel, irrita los ojos y altera la función vital de los pulmones, así como abortos y deformaciones” sostuvo.
 
Destacó el desgaste ambiental a la fauna y a la flora, incluyendo la deforestación, además de que el excesivo uso de explosivos genera vibraciones sísmicas y “temblores”, dañando casas, generando polvo y contaminando con ruido, que a su vez genera problemas auditivos y daños al sistema nervioso.
 
Recordó que la técnica a cielo abierto surgió del agotamiento de las vetas ricas en metales preciosos, por lo cual se inició con la búsqueda de las diminutas porciones que quedaron. 

 

En Puebla, puede haber derrames

Resaltó el caso de los derrames en el estado de Sonora el 6 de agosto del 2014, cuando el río Bacanuchi y Sonora se vieron contaminados de sulfato de cobre por el descuido de la empresa minera de Grupo México, lo cual afectó gravemente a la población, además de que la dejaron sin agua potable.
 
Lamentó que no existe un registro “confiable” y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) sólo había detectado 35 accidentes provocados por las empresas mineras y se han “poco atendido” las consecuencias de estos percances.

Es mentira que sean una fuente de empleo, ya que reclutan al personal con contratos temporales, además de que necesitan personal especializado en el manejo de químicos que generalmente traen de sus países y no aportan a la economía”, argumento.
 
Por ello, señaló que es “buen” momento para detener este tipo de proyectos, antes de que inicie la explotación y sucedan desastres como el de Sonora.

Cabe mencionar que Villa Señor fue entrevistada al finalizar la mesa redonda “El oro o la vida” que realizó el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSyH) de la BUAP.

 

Foto: Especial