Enrique Núñez/Contracara/Intolerancia Diario

 

Gane que quien gane en las votaciones del ya cercano 5 de junio heredará del gobierno morenovallismo una auténtica bomba de tiempo.

El negociazo de la privatización del agua potable sólo le trajo al gobierno en turno rechazo social y una derrota electoral.

Hasta el momento, la concesión del servicio del vital líquido a una empresa tiene más puntos negativos que positivos.

De ahí que el PRI y PAN se hayan enfrascado en una guerra para tratar de sacar raja política y con ello, votos para este 5 de junio.

Y como lo publique en este espacio el 11 de agosto de 2015.

El último negocio del sexenio

Algo no me cuadra en el tema de la concesión del SOAPAP a la empresa Agua de Puebla.

Es ya un secreto a voces que el Señor de los Cerros tiene en la mente echar para atrás la multimillonaria concesión a Agua de Puebla como parte del intento de reconciliación con la sociedad poblana.

Ya corre la versión que en su quinto informe de gobierno, Moreno Valle analiza hacer el anuncio de la cancelación de la concesión, argumentando el incumplimiento de la empresa, el cual es evidente en innumerables puntos de los que componen el contrato que originó la privatización del agua de los poblanos.

No se necesita ser un genio, como para saber que además de la Foto-multa, los verificentros, el metrobús, los Registros Civiles y los presos políticos, el tema del SOAPAP es de los que generaron la derrota electoral del domingo 7 de junio.

De ahí que dar marcha atrás a la privatización del agua sería un importante desagravio para los miles de poblanos que vieron duplicarse y hasta triplicarse sus tarifas de agua potable.

Sin embargo, es evidente que desde que se entregó la concesión a la empresa Agua de Puebla, la concesión la complacencia del gobierno morenovallista ha sido absoluta y hasta desesperante.

No hay una sola acción de parte de Moreno Valle que nos muestre que existe el más mínimo interés de resolver los abusos que tanto dañan a las familias del área metropolitana de la capital.

Por el contrario, da la impresión que el estado es una especie de guarura de la empresa privada, la cual hace y deshace a su entero antojo.

Es evidente que Agua de Puebla no está dispuesta a invertir para resolver los problemas de abasto y saneamiento del vital líquido.

Y es ahí en donde se acentúan las dudas.

Existen referencias periodísticas que señalan que detrás de la concesión existieron millonarias comisiones, en donde señalan al extitular de Finanzas como el principal operador.

Si a esto sumamos que el contrato contempla una millonaria indemnización para la empresa en caso de una revisión del mismo, tenemos que el negocio podría estar pactado y que ambas partes estarían de acuerdo para darle un último zarpazo al pastel gubernamental.

En esa lógica, el último negocio del sexenio sería de proporciones extraordinarias.

Porque no estamos hablando de cientos, sino de miles de millones en juego.

Ni más, ni menos.

El PRI se le fue a la yugular en este tema tan sensible para la población y el PAN de inmediato reaccionó, tras la orden del Señor de los Cerros, que ya en su quinto informe anunció la posible cancelación de la concesión de Agua de Puebla.

Total, ni el costo económico ni social ni político, pagará.

 

Para mayor información:http://intoleranciadiario.com/detalleOpinion/5839/contracara/la-herencia-maldita-de-rmv

 

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...