Por Redacción 
Un bólido, y no un meteorito, fue lo que atravesó el sábado en la madrugada los estados de Puebla y Tlaxcala; se trató de una bola de fuego que entró en la atmósfera, se calentó y estalló sin tocar la Tierra.

De acuerdo con José Ramón Valdés Parra, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe), el objeto pudo ser rocoso o metálico. 

“Se trató de un cuerpo del cual no sabemos las dimensiones, que entró en la atmósfera, se calentó y la presión de la temperatura fueron suficientes para que a cierta temperatura sobre la superficie de la Tierra estallara, y por eso el estruendo que se escuchó”.

Como no se impactó contra la Tierra, no puede ser considerado un meteorito, aunque reconoció que sí ha habido registros en otras partes, tal fue el caso de Rusia. 

Añadió que en algunas ocasiones en el cielo se puede observar estrellas fugaces o meteoros y la mayor parte de estas rocas del espacio se desintegran al entrar en la atmósfera. 

Si el brillo del cuerpo celeste es menor al de Venus se llaman bólidos, finalizó.

 

Fuentes: 24 horas, Excélsior y Debate

Foto: especial