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Por Redacción

El Laboratorio Nacional de Supercómputo de la BUAP cuenta con el poder para procesar datos de importantes proyectos de investigación, como el experimento ALICE, del Gran Colisionador de Hadrones, que ayudará a entender el universo.

Este experimento genera al año un petabyte de información, por lo que científicos e ingenieros le dan tratamiento a cantidades grandes de información y realizar múltiples cálculos numéricos, imposibles de lograr en un centro de cómputo común.

Así lo dio a conocer Iraís Bautista Guzmán, catedrática adscrita a la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) de la BUAP, y parte del equipo de científicos del experimento ALICE, quien destacó la trascendencia del Laboratorio Nacional de Supercómputo (LNS), donde se procesa información que ayuda a comprender los primeros instantes del universo.

Los científicos han trabajado en dos vertientes: el estudio de rayos cósmicos, el cual derivó en una publicación oficial de ALICE, y el diseño de detectores de partículas, un sistema de disparo que permitirá la optimización en la colisión de los eventos de toma de datos del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) -por sus siglas en inglés-, a realizarse en 2020 y 2021.

 

Requiere ancho de banda de 2.5 GB por segundo

Para dimensionar las necesidades del experimento ALICE, Mario Rodríguez Cahuantzi, científico de la FCFM y miembro del experimento, señaló que éste requiere de un ancho de banda de 2.5 gigabytes por segundo (GB/s) y una capacidad de almacenamiento de 1.25 gigabytes por segundo, lo cual “implica que seamos capaces de almacenar alrededor de un petabyte (un millón de gigabytes) por año”.

Por otro lado, Arturo Fernández Téllez, coordinador del experimento por parte de la BUAP, subrayó la importancia de contar con un sistema como el LNS, capaz de procesar grandes volúmenes de información.

“Estamos muy contentos y somos muy afortunados por tener al LNS, pues nos permite contribuir al análisis de datos en tiempo real. Mientras más poder de cómputo nos den, más aportaremos a la ciencia”, concluyó.

 

Editado por: Héctor Llorame

Foto: Cortesía BUAP

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