Por Juan Carlos Lastiri

Una de las expresiones más dramáticas del fanatismo es, sin duda, el terrorismo. Imaginémonos que hoy decidimos salir a pasear, comer, viajar con nuestra familia y sin ningún motivo somos parte de una explosión, de un ataque que no tiene sentido porque no estamos en guerra, no hemos ofendido a nadie y mucho menos buscamos problemas. Ahora más, imaginemos que visitamos un lugar y somos víctimas de algo que desconocemos o a lo que somos ajenos, una explosión, un tiroteo y nosotros pensando en un buen tiempo con seres queridos.

Así como hablamos de la globalización como un fenómeno económico, desafortunadamente esta ha traspasado este tema hasta llegar a hacer del terrorismo una amenaza global. París, Bélgica, Pakistán, por nombrar solo los más recientes acontecimientos que han conmocionado al mundo por arrebatar vidas humanas que no sabían el peligro que enfrentaban.

Hace unos meses, el presidente Enrique Peña Nieto mencionó, en la reunión cumbre del G-20, que ninguna justificación existe para atacar civiles inocentes y expreso la solidaridad de nuestro país con las víctimas y sus familiares, recordando que en París algunos connacionales murieron.

Y los riesgos parecen no disminuir frente a los fundamentalistas. Desde hace pocos meses, Corea del Norte ha estado generando un clima de amenaza e incertidumbre con sus pruebas nucleares, incluso ha hecho simulaciones sobre ataques a Estados Unidos, y esto es una muestra de que, sin un orden mundial, todos deberíamos preocuparnos por el terrorismo, imaginemos que ese día algún familiar, por cualquier situación, viste alguna ciudad blanco de los norcoreanos. México ha expresado, y seguirá expresando, su rechazo categórico al uso, al desarrollo e incluso, a la amenaza de utilización de las armas nucleares.

La sola amenaza de este tipo de armas genera incertidumbre y tensión entre Estados, alejándonos de la paz mundial, según lo ha dicho el presidente Peña Nieto en la Cuarta Cumbre de Seguridad Nuclear. Esta, es un espacio de diálogo al más alto nivel para intercambiar experiencias y fortalecer los mecanismos que permitan ampliar la seguridad de materiales nucleares peligrosos. Con 4 ediciones en 6 años, esta Cumbre ha logrado reposicionar el tema de la seguridad nuclear en las agendas políticas globales, regionales y nacionales. México ha sido un promotor incansable de la paz mundial, así como de la no-proliferación de armas nucleares.

En los años 60, se impulsó el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe; con ello, esta región se convirtió en la primera Zona Libre de Armas Nucleares. Hoy, casi 50 años después, México reafirma su compromiso y se adhiere al esfuerzo global de preservar la seguridad de todos los materiales nucleares, especialmente, de aquellos que pudieran tener un uso bélico o terrorista.

En este sentido, es importante, como lo ha mencionado Peña Nieto, entender que en un mundo globalizado los riesgos se comparten por eso, todos los países tenemos una responsabilidad compartida, que debe reflejarse en compromisos permanentes, para prevenir y eliminar los riesgos derivados de la sustracción de estos materiales.

Nuestro país comparte la preocupación mundial por la amenaza del terrorismo nuclear y expresa su decidido compromiso de evitar que el material nuclear, y radiológico, llegue a manos de agentes no-estatales y pueda ser usado con fines destructivos. Para prevenir y combatir el terrorismo nuclear se requiere un enfoque integral y transnacional, que incluya la seguridad de las vías de transportación marítima, portuaria, terrestre y aérea, es decir necesitamos una visión global y de cooperación ya que todos somos vulnerables.

Por esto, a través de este espacio, también México enfatizó su apoyo a la reanudación del “Diálogo de las Seis Partes”; marco idóneo para avanzar en el desarme nuclear en la península coreana. Tal parece que conforme la sociedad avanza los riesgos cada vez son mayores para todos los países de sufrir por el terrorismo ya que, todos somos vulnerables a lo que no conocemos y recordemos que el terrorismo no anuncia donde atacará de nuevo.

Todos los países debemos tomar medidas y hacer del dialogo mundial la mejor arma para llevar por el camino de la paz la solución de conflictos, la historia nos ha mostrado que las guerras no necesariamente son la solución a los problemas que las gestan.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

incendios forestales

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...