Por Juan Carlos Lastiri

No hace mucho tiempo, se hizo un ejercicio de política en Bogotá, Colombia, que cambió muchos paradigmas de Latinoamérica. Lejos de pensar en cambios en el sistema de gobierno, en el sistema político o en un cambio de sistema económico, éste se dio en los valores de las personas que habitaban la ciudad y en el diseño de la misma, si el contexto urbano se transformó para mejorar la vida de los habitantes de esta ciudad.

Bogotá, como cualquier ciudad del contexto latino, estaba aquejada de graves problemas de violencia, movilidad, corrupción, espacios perdidos, colonias copadas por el crimen, etc., nada anormal de lo que muchos vivimos. Fue entonces que hubo una visión por parte de políticos frescos que proponían el entorno urbano como el medio para cambiar el destino de esta ciudad.

Grosso modo, se entendió que el espacio urbano no podía tener jerarquías y que debía servir a quienes más problemas presentaban para transitarlo; se observó que el espacio bien diseñado y acondicionado dotaba de identidad a las personas que los habitan, es decir, no es necesario ser rico para poder acceder a espacios de recreo adecuados sino es necesario apropiarse de estos espacios para vivirlos y cuidarlos; se entendió que en la ciudad lo público tiene prioridad sobre lo privado.

En este sentido, una de las acciones claves para lograr los buenos resultados que muchos conocemos de Bogotá fue la recuperación de espacios y su adecuado acondicionamiento para el uso de los ciudadanos que menos tenían, pero que, a través de estas acciones, se empoderaron. 

Difícil, ante tantos problemas que hay en las ciudades, apostar por lo urbano como medio de desarrollo y crecimiento, pero es una visión que después de esta experiencia ha probado su efectividad en otras ciudades de más países latinos. Nuestro país no está lejos de buscar esta experiencia y a través de la Sedatu, tal parece que está siguiendo las buenas prácticas para mejorar la calidad de vida en los espacios urbanos de nuestro territorio. 

Hoy se entiende que para formar mejores ciudadanos es importante contar con espacios públicos de calidad, por ello, el Gobierno de la República se ha dado a la tarea de rehabilitar y recuperar espacios públicos en franco deterioro y abandono. Con la visión de un México incluyente se han generando espacios que propician la accesibilidad universal, lo cual es importante porque este es un aspecto que ha sido ignorado durante muchísimos años, pues en general las ciudades y el espacio público han estado diseñados al azar.

Se observa que cuando éste no cumple las características propias de la accesibilidad universal deja fuera de su uso y disfrute, en igualdad de condiciones, al colectivo de personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres embarazadas o madres de familia. 

La recuperación de un espacio público es un acto fundamental para bajar las tasas de violencia, un paso para abrir puertas de oportunidad y esparcimiento a las niñas y niños, a las jóvenes y los jóvenes. Por tanto, esta estrategia busca que los espacios públicos dejen de ser sinónimo de miedo y abandono para convertirse en referente de habitabilidad y gobernabilidad. Un cambio importante a mencionar, que desde la Sedatu se ha implementado, es la estrategia para que las mujeres nos digan cómo quieren su ciudad pues ellas viven la ciudad de manera diferente. 

Al caminar de noche prestan más atención a su alrededor, evitan un callejón oscuro o hacen un recorrido más largo para evitar ciertas zonas o grupos. Las mujeres son las protagonistas del cambio, porque son las que saben lo que pasa en su comunidad y las que mejor diagnóstico pueden proporcionarnos

Es por eso que esta estrategia se ha denominado “Ellas saben”. Tal como lo ha mencionado la titular de la Sedatu, Rosario Robles, la ciudad más segura no es la que más guardias tiene, sino la que menos necesita de ellos para vivir con tranquilidad. Esta nueva visión de lo urbano como eje de equidad y desarrollo invita a que juntos, ciudadanía y gobierno, trabajen para hacer de nuestro país un lugar seguro con espacios de encuentro de calidad.

 

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7. 

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...