Por Juan Carlos Lastiri
En febrero de 2015, las autoridades brasileñas comenzaron a investigar un brote de erupciones en la piel que afectaba a seis estados en la región noreste del país, esto se vería relacionado con un virus descubierto hace muchos años, el llamado virus zika.
El virus se identificó en 1947 por primera vez en Uganda, específicamente en los bosques de Zika y se descubrió en un mono cuando se realizaba un estudio acerca de la transmisión de la fiebre amarilla en la selva. Análisis serológicos confirmaron la infección en seres humanos en Uganda y Tanzania en 1952, pero fue en 1968 que se logró aislar el virus con muestras provenientes de personas en Nigeria.
De acuerdo a la Organización Panamericana de Salud, actualmente hay más de 20 países latinoamericanos donde el virus se ha presentado, entre los que se encuentra México, y muy pronto se espera que esté presente en todo el continente. El zika es similar al dengue y también se transmite tras la picadura de un mosquito del género Aedes, como el Aedes Aegypti. Según datos de la Secretaria de Salud de nuestro país, este virus se introdujo a México a finales de 2015 y con corte al 26 de febrero de 2016 se tienen confirmados 121 casos, de los cuales 52 son de Oaxaca.
Tanto México como los demás países de Latinoamérica efectúan esfuerzos institucionales para dar respuesta social integral a este problema de salud pública que, además, conlleva consecuencias sociales y económicas a la población. En particular el objetivo es proteger a las mujeres embarazadas, ya que se tiene la sospecha de que puede ocasionar microcefalia durante la gestación, y capacitar a la población para evitar la picadura de este mosquito. Nuestro país ha puesto en marcha la Primera Jornada Nacional 2016 de lucha contra zika, dengue y chikungunya.
Entre las acciones que se llevarán a cabo destaca la realización de ferias de salud, con énfasis en las acciones de promoción y prevención con enfoque a mujeres; consultas y consejerías a embarazadas de unidades de primer y segundo nivel de atención; elaboración de mapeo de domicilios en localidades prioritarias, así como acciones de control integral del vector en las viviendas de este sector social, y supervisión de los sitios de concentración poblacional. Este es un ejercicio que muestra una intervención oportuna que representa un esfuerzo de organización social para desarrollar acciones permanentes que permitan minimizar riesgos de transmisión, eliminar criaderos y lograr el control del vector con la participación de los tres niveles de gobierno, el sector privado y la población.
Como ha venido sucediendo con otros problemas públicos, las instituciones del gobierno de la República han privilegiado la prevención como medida de política pública. Esto requiere de una gran coordinación entre órdenes de gobierno y con sectores como el privado y el social, lo cual en el caso de la prevención de la reproducción del mosco transmisor del virus hace énfasis en el papel de la ciudanía ya que ella es conocedora de posibles focos de transmisión en sus casas y colonias.
Es por esto que, ante la inminente llegada de la temporada de calor, las medidas de prevención anunciadas por la Secretaria de Salud junto con la participación ciudadana es la mejor estrategia parar evitar casos como el de Colombia, donde hay más de diez mil infectados por el virus. Estamos ciertos que ante el posible crecimiento por la temporada que se avecina, en México tenemos la fortaleza institucional para evitar un crecimiento exponencial del zika.
*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.
